En un desafortunado incidente ocurrido en el corazón del Estado de México, específicamente en el municipio de San Felipe del Progreso, una celebración de Semana Santa se tornó trágica cuando un joven perdió la vida ahogado. El suceso, que se desarrolló durante el Sábado de Gloria, ha conmocionado a la comunidad local y reaviva la importancia de la seguridad en actividades acuáticas.
Según informes preliminares, el trágico evento tuvo lugar en la presa de Tepetitlán, un popular sitio para la congregación de locales y visitantes durante las festividades. El joven, cuyo día de alegría se transformó en una tragedia, se encontraba disfrutando de los festejos junto a amigos y familiares cuando, en un intento por recuperar un balón, ingresó a las aguas de la presa. Desafortunadamente, no logró salir por sus propios medios, desencadenando una rápida reacción de los presentes.
Alarmados por la situación, testigos del incidente no dudaron en solicitar asistencia, lo que motivó la pronta llegada de equipos de rescate, incluidos paramédicos de la Cruz Roja y personal del Servicio de Urgencias del Estado de México (SUEM). A pesar de los esfuerzos, las autoridades confirmaron el sombrío desenlace al recuperar el cuerpo del joven, en un operativo que contó con la presencia de representantes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM).
Este lamentable suceso subraya la necesidad de precaución y vigilancia durante las actividades en entornos acuáticos, especialmente en épocas de celebración cuando la atención puede desviarse fácilmente. Además, resalta la importancia de la respuesta inmediata de los servicios de emergencia en situaciones críticas, cuya actuación es vital en la prevención de desenlaces fatales.
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