Las lagunas del Nevado de Toluca, conocidas como la Laguna del Sol y la Laguna de la Luna, han perdido un importante volumen de agua desde el año 2001. Según especialistas, esta disminución equivale a una reducción de hasta un metro con 60 centímetros en zonas que originalmente contaban con profundidades de 15 metros. Este fenómeno es un claro indicativo de los efectos adversos del cambio climático y la disminución de precipitaciones en la región.
Isaías de la Rosa Gómez, docente del Instituto Tecnológico de Toluca (ITToluca) y de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), informó que, si bien la zona alpina del Nevado de Toluca se encuentra en buenas condiciones, las lagunas continúan sufriendo una pérdida significativa de agua.
“Aunque el estado general del Nevado de Toluca es bueno, la situación de las lagunas es preocupante debido a la pérdida de agua en los últimos años. La zona alpina, afortunadamente, no presenta residuos sólidos ni vandalismo, y el problema de erosión se resolvió por completo desde 2016”, señaló De la Rosa Gómez.
El experto, también integrante del Grupo de Contingencias del Nevado de Toluca, destacó el esfuerzo de las autoridades por mantener el área bajo vigilancia constante. La policía de la montaña y la Cepanaf (Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna) se encargan de controlar el acceso vehicular y garantizar la limpieza del área, lo que ha contribuido a la protección de este importante atractivo turístico del Estado de México.
A pesar de estos esfuerzos, la situación de las lagunas sigue siendo delicada. La falta de precipitaciones y nieve ha sido un factor clave en la disminución del nivel de agua. En lo que va de 2024, solo se ha registrado una nevada, lo que, si bien fue positivo, no ha sido suficiente para contrarrestar el proceso de evaporación que afecta a las lagunas.
El Nevado de Toluca, o Xinantécatl, es uno de los principales atractivos turísticos del Estado de México. Cada fin de semana, o durante las vacaciones, recibe a cientos de visitantes que disfrutan de su belleza natural. De la Rosa Gómez enfatizó que es crucial mantener un número controlado de visitantes, alrededor de 400 por día, para evitar un impacto negativo en el entorno.
El especialista también advirtió sobre la dependencia de las lagunas del Nevado de Toluca a las condiciones climáticas, en particular a las lluvias y nevadas. “Aunque no se quiera decir, el volumen de agua sigue disminuyendo. Esto se debe a que en 2024 solo hemos tenido una nevada, lo cual, aunque positivo, es insuficiente. La poca agua que ha caído se ha evaporado, ya que prácticamente no hay filtración”, explicó.
A medida que el cambio climático continúa afectando el ecosistema del Nevado de Toluca, es necesario redoblar los esfuerzos para preservar este valioso recurso natural. Las autoridades y la sociedad deben trabajar de la mano para asegurar que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de la majestuosidad de las lagunas del Sol y la Luna.
En conclusión, el Nevado de Toluca, con sus paisajes y ecosistemas únicos, es un recordatorio de la fragilidad de la naturaleza y de la urgencia de implementar acciones de conservación que mitiguen los efectos del deterioro ambiental.