Muere Carlos Gurrola, trabajador de limpieza tras cruel “broma” en HEB Torreón

Carlos Gurrola - Trabajador de HEB Torreón
Carlos Gurrola - Trabajador de HEB Torreón

La tragedia de Carlos Gurrola, conocido cariñosamente como “Papayita”, ha sacudido a la comunidad lagunera y generado una ola de indignación en todo el país. El trabajador de limpieza de 47 años falleció tras pasar 19 días hospitalizado luego de ser envenenado por una supuesta “broma” de sus propios compañeros.

El hecho ocurrió el 30 de agosto, cuando empleados vertieron desengrasante en la botella de suero que utilizaba para hidratarse. Aunque Gurrola detectó un sabor extraño y lo escupió de inmediato, el químico ya había causado daños irreversibles en su organismo. Médicos confirmaron afectaciones graves en pulmones, hígado y tráquea, lo que derivó finalmente en su muerte.


Años de maltrato laboral encubierto

La familia de Carlos reveló que el trabajador había soportado un ambiente de acoso constante:

  • Le ponchaban las llantas de su bicicleta a diario.

  • Le escondían la comida y le robaban pertenencias, incluido su celular.

  • Era víctima de humillaciones constantes por parte de compañeros.

A pesar de estas agresiones, Gurrola nunca dejó de cumplir con su trabajo. Viajaba todos los días desde el ejido La Concha hasta Senderos, incluso con su bicicleta dañada. Era el sostén económico de su familia y un hombre dedicado a su labor.


HEB intenta deslindarse: la polémica crece

Tras el fallecimiento, la cadena de supermercados HEB Torreón se apresuró a declarar que Carlos no era su empleado directo, sino que pertenecía a una empresa de limpieza contratada por outsourcing. Esta postura fue percibida como un intento de lavarse las manos, sin mostrar empatía hacia la víctima ni asumir la responsabilidad moral de lo ocurrido dentro de sus instalaciones.

Incluso, en un primer momento, se sugirió que la intoxicación había ocurrido en su propio hogar, insinuando una acción intencional por parte de Gurrola. Sin embargo, las cámaras de seguridad demostraron otra realidad. Ante la presión social, las autoridades informaron que ya se abrió una carpeta de investigación.


Un crimen disfrazado de broma

Lo que algunos quisieron justificar como un simple “relajo” terminó arrebatando la vida de un hombre bueno, trabajador y respetuoso. La crueldad de los compañeros que lo hostigaban no solo refleja un ambiente laboral tóxico, sino también la falta de protocolos efectivos para prevenir el acoso en espacios de trabajo tercerizados.

La muerte de Carlos Gurrola no puede reducirse a un accidente: fue el resultado de años de violencia psicológica y física que culminaron en un acto criminal.


Exigencia de justicia y reflexión social

El caso de “Papayita” se convierte en un símbolo de lucha contra el maltrato laboral y la indiferencia empresarial. La comunidad exige que las autoridades investiguen a fondo y que tanto la empresa de limpieza como HEB asuman responsabilidades.

Una vida se perdió por la indiferencia y la crueldad. Este no puede ser un caso más en las estadísticas: debe marcar un precedente para erradicar la impunidad y garantizar que ningún trabajador vuelva a sufrir el mismo destino.

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