El amanecer del lunes 13 de mayo en Toluca se vio marcado por acciones contundentes del personal de enfermería y camilleros del hospital Materno-Infantil del ISSEMyM, quienes bloquearon una de las arterias más importantes de la ciudad, la avenida Alfredo del Mazo. Este cierre vial, que inició desde las 8:00 a.m. a la altura de la calle Industria Minera, paralizó el tráfico en ambos sentidos, dejando únicamente un carril disponible para la circulación vehicular.
Los manifestantes, entre los que se encuentran personal activo y jubilado, han alzado la voz para exigir sueldos justos y la regularización de sus pagos, los cuales, según reportan, sufren retrasos significativos, especialmente para el personal suplente. Las demandas incluyen la implementación de pagos quincenales y la basificación de los empleados, buscando estabilidad y reconocimiento a su labor esencial en el sector salud.
La situación se agrava con las declaraciones de algunos empleados, como Gustavo, quien expresó la frustración del colectivo: “Ya cubrimos covid, fuimos héroes y ahora nos tratan como mano de obra barata, a veces nos pagan cada mes, cada mes y medio. Tenemos mucha presión, trabajamos con vidas humanas y aún así no nos dan las condiciones dignas para laborar”. Este testimonio resalta la contradicción entre el reconocimiento público anterior y la realidad actual de sus condiciones laborales.
A las 9:15 a.m., los manifestantes decidieron levantar el bloqueo y marchar hacia el Palacio de Gobierno, donde se esperaba que se sumaran a ellos otros trabajadores suplentes de distintos hospitales del ISSEMyM. El objetivo común es claro: asegurar derechos laborales fundamentales como la basificación, esenciales para la dignidad de su profesión y bienestar personal.
En conclusión, la manifestación en Toluca no solo refleja un grito por justicia salarial y laboral, sino que también pone en relieve las dificultades administrativas que atraviesa el sistema de salud. Con esta movilización, los trabajadores del sector salud buscan una reforma significativa que garantice no solo su estabilidad económica sino también el respeto y valoración adecuados a su labor vital en la sociedad.