En los últimos meses, el precio del huevo ha mostrado una tendencia alcista constante en Toluca, afectando directamente a consumidores y comerciantes. Actualmente, su costo oscila entre los 48 y 51 pesos por kilogramo en mercados y tiendas de autoservicio, con incrementos de hasta un peso cada dos o tres días.
De acuerdo con Arturo Vidaurri Moreno, propietario de ‘Abarrotes La Fortuna’, ubicado en el mercado 16 de septiembre, este incremento ha impactado severamente en las ventas.
“Nos han mermado las ventas bastante. La gente que antes compraba un cono o varios kilos, ahora lleva menos cantidad”, señaló el comerciante, destacando cómo los clientes han reducido la compra de huevo ante el aumento de precios.
Además, muchos consumidores han optado por adquirir cantidades más pequeñas, pasando de un kilo completo a medios o tres cuartos de kilo, lo que evidencia un ajuste en sus hábitos de consumo debido al encarecimiento de este producto básico.
Uno de los principales factores detrás del incremento es la renovación de parvadas de gallinas ponedoras. Según mayoristas, al sustituir gallinas viejas por nuevas, la producción inicial disminuye, y además, los huevos tienden a ser más pequeños.
Hace apenas un mes, el kilo de huevo se vendía entre 40 y 42 pesos, pero ahora ha alcanzado los 48 pesos en mercados y hasta más de 50 pesos en supermercados, dependiendo de la presentación y la marca.
El encarecimiento del huevo no es un fenómeno exclusivo de Toluca. A nivel nacional, su precio ha aumentado hasta un 45% en lo que va del 2025, alcanzando un promedio superior a los 50 pesos por kilogramo.
Entre los factores que han impulsado esta alza destacan:
- Demanda en Estados Unidos: La epidemia de influenza aviar ha reducido la producción en el país vecino, lo que ha llevado a México a exportar más huevo, disminuyendo la oferta interna.
- Incremento acumulado: Desde 2020, el precio del huevo ha subido 80%, y se estima que en 2025 pueda aumentar otro 20% adicional.
- Impacto en la industria alimentaria: Restaurantes y negocios han tenido que trasladar estos aumentos a sus precios, afectando aún más a los consumidores.
Ante este panorama, muchos consumidores han optado por adquirir huevo en mercados locales, donde algunos comerciantes están buscando proveedores directos para reducir intermediarios y ofrecer precios más accesibles.
A pesar de la incertidumbre, el huevo sigue siendo un alimento fundamental en la dieta mexicana, y su creciente costo representa un reto económico para miles de familias en el país.
Para mitigar el impacto en el bolsillo, expertos recomiendan:
- Comparar precios en diferentes establecimientos.
- Optar por mercados locales con precios más competitivos.
- Reducir el desperdicio y optimizar su uso en la cocina.
En conclusión, la inflación en productos básicos continúa siendo un desafío para los hogares mexicanos, y el huevo no es la excepción. Mientras las autoridades y productores buscan soluciones, los consumidores deben adaptarse a estos cambios para sobrellevar el aumento de costos.