Con el auge del trabajo remoto o “home office”, muchos profesionales en México se preguntan cuáles son los gastos que pueden deducir al momento de presentar su declaración anual ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Aprovechar estas deducciones puede ayudar a reducir la carga fiscal, siempre que se cumpla con los requisitos legales. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber para deducir correctamente los gastos relacionados con el home office.
¿Qué gastos de home office se pueden deducir ante el SAT?
Aunque no existe una lista oficial específica para los gastos del home office, sí hay varios rubros que pueden ser deducibles si están directamente relacionados con tu actividad profesional. Es fundamental recordar que las deducciones permitidas pueden variar según el régimen fiscal en el que estés registrado y las disposiciones vigentes del SAT. A continuación, te mostramos algunos gastos que podrías considerar:
- Gastos de luz
Si utilizas tu hogar como espacio de trabajo, una parte proporcional del gasto en electricidad puede ser deducible, ya que este servicio es fundamental para operar equipos como computadoras o impresoras. - Internet y teléfono
El acceso a internet y las llamadas telefónicas también son esenciales para mantener la comunicación laboral y cumplir con las tareas del día a día, por lo que también pueden formar parte de las deducciones. - Renta de oficina o espacio de trabajo
Si destinas una parte de tu vivienda exclusivamente para realizar tus actividades profesionales, puedes deducir un porcentaje del alquiler de tu hogar o, en su caso, el alquiler de un espacio de coworking o una oficina privada. - Equipo de cómputo y otros dispositivos electrónicos
La adquisición de computadoras, impresoras y otros dispositivos electrónicos necesarios para el desempeño de tu trabajo pueden ser deducidos. Deberás contar con la factura correspondiente para respaldar este gasto. - Mobiliario y suministros de oficina
El mobiliario (escritorios, sillas ergonómicas, etc.) y los suministros como papel, lápices o carpetas también pueden ser incluidos en la lista de gastos deducibles, siempre y cuando estén relacionados directamente con tu labor. - Productos de limpieza
Aunque podría no parecerlo, los productos de limpieza empleados para mantener el área de trabajo en buen estado también son deducibles. Esto incluye artículos como detergentes, desinfectantes o incluso servicios de limpieza. - Cuotas de seguros
Si cuentas con un seguro que cubre riesgos relacionados con tu trabajo, como el seguro de equipo de cómputo, estos pagos también son deducibles. - Viáticos
Si, como parte de tu trabajo, tienes que viajar al extranjero o dentro del país, los gastos en viáticos relacionados (transporte, alojamiento y comidas) pueden ser deducibles, siempre y cuando cuentes con los comprobantes fiscales necesarios.
¿Qué dice la Ley Federal del Trabajo sobre el home office?
La Ley Federal del Trabajo (LFT) establece en su artículo 132, fracción III, que los empleadores están obligados a proporcionar a los trabajadores las herramientas necesarias para la ejecución de su trabajo. Esto significa que, en muchos casos, los empleados no deberían pagar de su bolsillo por los insumos esenciales para trabajar desde casa.
Entre los ejemplos mencionados en la ley se incluyen los útiles, instrumentos y materiales necesarios para el trabajo. Estos deben ser proporcionados en buen estado, de buena calidad y ser repuestos tan pronto como dejen de funcionar adecuadamente. La misma ley subraya que los empleadores no pueden exigir compensación por el desgaste natural de estos bienes.
Consideraciones clave para deducir gastos de home office
- Comprobantes fiscales: Todos los gastos que desees deducir deben estar respaldados por facturas emitidas con tu RFC y contener todos los requisitos fiscales necesarios.
- Porcentaje proporcional: Si solo utilizas una parte de tu hogar para trabajar, como una habitación específica, es importante determinar el porcentaje de uso laboral de los servicios como luz, internet o renta.
- Regímenes fiscales: Las deducciones aplicables pueden variar dependiendo del régimen fiscal en el que estés registrado (Régimen de Incorporación Fiscal, Actividades Empresariales, entre otros). Consulta a un contador para asegurarte de que estés aplicando las deducciones correctas.
Deducir los gastos relacionados con el home office puede ser una gran ayuda para quienes trabajan desde casa, permitiendo optimizar los recursos y reducir la carga fiscal. Es importante estar al tanto de las disposiciones del SAT y llevar un control adecuado de los gastos que se puedan vincular directamente con la actividad laboral. Si tienes dudas, es recomendable consultar a un experto fiscal que te guíe en el proceso de deducción de impuestos.
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