¿Qué sigue tras la aprobación de la Reforma a la Guardia Nacional?

Guardia Nacional de México
Guardia Nacional de México

En un paso clave dentro del panorama político y de seguridad pública en México, la Cámara de Diputados aprobó la reforma constitucional que transfiere el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Este movimiento, impulsado por Morena y sus aliados, cambia de manera fundamental la naturaleza de esta fuerza de seguridad, modificando su carácter civil y colocando su mando bajo el fuero militar. Con 353 votos a favor y 126 en contra, la propuesta avanza al Senado, donde enfrentará un análisis más profundo y, potencialmente, nuevas modificaciones.

¿Qué implica la Reforma a la Guardia Nacional?

La reforma a la Guardia Nacional no solo implica un cambio en su estructura operativa, sino que plantea una transformación en la manera en que se maneja la seguridad pública en México. Entre los principales puntos de la reforma destacan:

  1. Mando Militar: La Guardia Nacional será definida como una fuerza de seguridad pública, pero con personal de origen militar. Su titular será designado por el presidente de la república a propuesta del titular de la Sedena, consolidando el control militar sobre esta institución.
  2. Gestión Presupuestal: La Sedena se encargará de administrar el presupuesto de la Guardia Nacional, fortaleciendo la integración entre ambas instituciones.
  3. Estrategia Nacional de Seguridad: Aunque la Sedena tendrá el control operativo de la Guardia Nacional, la estrategia de seguridad será diseñada por la Secretaría de Seguridad, lo que genera un esquema mixto de dirección y operación.
  4. Fuero Militar: Un cambio importante es que los miembros de la Guardia Nacional estarán sujetos a tribunales militares, lo que modifica su régimen legal al alejarlos del ámbito civil.
  5. Investigación y Operación: La reforma también abre la puerta para que la Guardia Nacional realice labores de investigación, además de sus actividades de seguridad pública.
  6. Personal Militar y Policía Federal: Los elementos militares que se integren a la Guardia Nacional dejarán de formar parte activa de las fuerzas armadas, pero mantendrán sus derechos laborales. En cambio, el personal de la extinta Policía Federal será cesado y trasladado a la Secretaría de Seguridad.
  7. Ley de Seguridad Interior: Una de las facultades que adquiere el Congreso con esta reforma es la posibilidad de crear una Ley de Seguridad Interior que regule la participación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, reforzando el papel del Ejército, Marina y Fuerza Aérea en estos ámbitos.
  8. Funciones en tiempos de paz: La reforma también abre la posibilidad de que los militares puedan realizar más funciones ajenas a su disciplina en tiempos de paz, lo que diluye los actuales límites constitucionales que separan lo militar de lo civil.

El siguiente paso: El Senado

Ahora que la Cámara de Diputados ha aprobado esta reforma en lo general y en lo particular, el proyecto será enviado al Senado, donde se llevará a cabo su análisis y discusión. Durante esta fase, es posible que se presenten reservas o modificaciones adicionales, ya que varios grupos parlamentarios han manifestado preocupaciones sobre los alcances y efectos de esta reforma.

En el Senado, la discusión será crucial, ya que representa la última etapa antes de que la reforma pueda ser promulgada. Se espera un debate profundo sobre los posibles impactos que esta reestructuración pueda tener sobre los derechos humanos, la militarización de la seguridad pública y el equilibrio entre las fuerzas armadas y las instituciones civiles.

Controversias

Esta reforma no ha estado exenta de controversias. Uno de los principales puntos de crítica es la creciente militarización de la seguridad pública en México. Diversos sectores de la sociedad, incluidas organizaciones de derechos humanos y algunos partidos políticos, han expresado su preocupación por la concentración del poder en el ámbito militar y la pérdida del carácter civil de la Guardia Nacional, originalmente establecido en su creación.

Otro tema que genera inquietud es el fuero militar al que estarán sujetos los elementos de la Guardia Nacional. Críticos argumentan que esto podría generar un vacío de responsabilidad en casos de violaciones a los derechos humanos, ya que los tribunales militares suelen ser percibidos como menos transparentes y eficientes en la impartición de justicia.

¿Qué sigue para la seguridad pública en México?

La implementación de esta reforma podría tener efectos duraderos en la manera en que se maneja la seguridad pública en México. Si bien el gobierno argumenta que es una medida necesaria para enfrentar los crecientes niveles de violencia e inseguridad en el país, el debate sobre los límites entre lo militar y lo civil seguirá siendo central en los próximos meses.

Con la reforma en manos del Senado, el destino de la Guardia Nacional y su papel dentro de la estructura de seguridad pública de México quedará más claro en las próximas semanas. Sin duda, esta es una decisión trascendental que podría redefinir el futuro del país en términos de seguridad y gobernabilidad.