Desde 2023, la robótica ha comenzado a transformar la enseñanza básica en escuelas públicas del Estado de México, como parte de una estrategia educativa que impulsa las disciplinas STEM+Arte (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas). Esta iniciativa busca preparar a estudiantes para los desafíos del siglo XXI mediante herramientas tecnológicas innovadoras.
El programa estatal ha equipado a más de 150 planteles con kits LEGO Education y tabletas digitales, beneficiando a 1,500 estudiantes y 300 docentes en todo el Estado de México. Con ello, se ha fortalecido la formación práctica y creativa en áreas clave como programación, diseño y pensamiento computacional.
Uno de los aspectos más destacados de la iniciativa es su alcance incluyente: se han formado clubes de robótica en 89 municipios, incluyendo comunidades con población indígena y migrante como los pueblos mazahua, otomí, nahua y tlahuica. Esto representa un paso importante hacia una educación más equitativa y con enfoque intercultural.
Desde febrero de 2024, los clubes escolares han participado en concursos de robótica a nivel estatal, nacional e incluso internacional. La creatividad y habilidades técnicas desarrolladas han permitido que estudiantes mexiquenses compitan fuera del país, mostrando el potencial de esta nueva generación educativa.
En la Escuela Secundaria Técnica No. 33 Valentín Gómez Farías, ubicada en San José del Rincón, los docentes han observado cambios notables.
“Los alumnos ahora analizan, planifican y toman decisiones con mayor seguridad”, comentaron.
También reportan mejoras en materias como matemáticas, lenguaje, física y tecnología, así como un fortalecimiento del trabajo colaborativo y la motivación escolar.
Aunque los avances son claros, persisten retos importantes. Uno de ellos es la capacitación continua para los docentes, quienes muchas veces no cuentan con formación previa en robótica o programación. Además, el idioma inglés se presenta como una barrera, ya que gran parte del contenido educativo está en esta lengua.
Otro gran obstáculo es la infraestructura escolar: varias escuelas carecen de conexión a internet estable, electricidad adecuada y mantenimiento técnico. En las comunidades más alejadas o marginadas, se requiere inversión constante para garantizar que la tecnología no se convierta en un privilegio, sino en un derecho.
La introducción de la robótica en el sistema educativo mexiquense representa un paso significativo hacia una enseñanza más moderna e inclusiva. Sin embargo, para consolidar este avance, será clave asegurar la sostenibilidad del programa, el apoyo institucional y una infraestructura adecuada en todas las regiones del estado.
En conclusión, la revolución educativa ya comenzó en las aulas del Estado de México, pero su éxito dependerá del compromiso colectivo por cerrar las brechas tecnológicas y garantizar una educación de calidad para todos.