Secretario de bienestar social aprovecha el Grito de Independencia para proyectar su imagen política

El secretario de bienestar social, Juan Carlos González Romero, se ha colocado en el centro del debate tras su visible intento de destacar en la ceremonia del Grito de Independencia, encabezada por la gobernadora Delfina Gómez Álvarez. Este incidente ha suscitado diversas reacciones tanto dentro del partido Morena como en el propio gobierno estatal, lo que plantea preguntas sobre sus aspiraciones políticas a futuro.

Durante la noche del Grito de Independencia, entre los asistentes que se dieron cita en el Palacio de Gobierno, destacaron vinilonas nuevas con la imagen de Juan Carlos González Romero. Este detalle no pasó desapercibido y ha levantado cejas entre los observadores políticos, pues estas acciones sugieren un intento prematuro de posicionarse como aspirante a la sucesión gubernamental en el año 2029. Aunque se sabía que el secretario buscaba aumentar su perfil, esta promoción en un evento público ha sido vista como un movimiento apresurado y fuera de tiempo.

El acto de autopromoción de González Romero no solo ha causado incomodidad entre sus compañeros de partido, sino también dentro del propio gobierno de Delfina Gómez. Desde la óptica de algunos sectores, se considera que su actuación revela una ambición desmedida por adelantarse a los tiempos. No es el único personaje con aspiraciones políticas dentro del movimiento de la Cuarta Transformación, pero el hecho de exhibirse de manera tan pública ha generado más ruido del esperado.

Uno de los puntos críticos en la gestión de Juan Carlos González Romero ha sido su incapacidad para consolidar el programa Mujeres con Bienestar, una de las iniciativas sociales más importantes del gobierno de Delfina Gómez. Este programa, que debía posicionarse como una pieza clave en la política social del estado, no ha alcanzado la visibilidad ni los resultados esperados en su primer año de implementación. En contraste, el secretario parece estar más enfocado en promover su imagen personal, lo que ha sido visto con malos ojos tanto dentro como fuera del gabinete estatal.