El Estado de México enfrenta un desafío crucial en materia de prevención y atención a emergencias. De acuerdo con Adrián Hernández Romero, Coordinador General de Protección Civil y Gestión Integral del Riesgo del Estado de México, solo 39 de los 125 municipios de la entidad han actualizado su Atlas de Riesgo, a pesar de que la normativa exige una actualización anual.
Importancia del Atlas de Riesgo en la prevención de desastres
El Atlas de Riesgo es una herramienta vital para los municipios, ya que permite identificar zonas vulnerables ante fenómenos naturales como inundaciones, deslizamientos o sismos. La falta de actualización de estos mapas pone en riesgo a la población, pues dificulta la implementación de medidas preventivas adecuadas. Hernández Romero subrayó la urgencia de que los municipios cumplan con esta obligación, y aseguró que el Atlas estatal de Riesgos se actualizará para diciembre de este año.
Plazas congeladas y falta de personal especializado
Un problema adicional señalado por el coordinador es la falta de personal capacitado. Más de 40 plazas habían permanecido congeladas desde administraciones anteriores, lo que ha impactado en la capacidad de respuesta ante emergencias. Sin embargo, la actual administración ha comenzado a liberar estas plazas mediante concursos abiertos y rigurosos, con el fin de asegurar que los nuevos integrantes cumplan con los estándares requeridos.
“No se trata de colocar a conocidos o familiares. Quienes aspiren a estas plazas deberán pasar exámenes y evaluaciones estrictas”, puntualizó Hernández Romero.
La incorporación de personal especializado y mejor equipo son piezas clave para fortalecer la gestión de emergencias en el estado.
El fondo estatal de desastres: Un sistema burocrático que busca mejorar
Otro de los retos que enfrenta el Estado de México es el acceso al fondo estatal de desastres. Actualmente, el proceso para acceder a estos recursos es lento y burocrático. Hernández Romero mencionó que, junto con la Secretaría General de Gobierno y la gobernadora Delfina Gómez, se están revisando las reglas de operación para agilizar los tiempos de respuesta.
“Esperamos que para 2025 contemos con un mecanismo más ágil que permita responder con mayor celeridad ante desastres”, indicó.
A pesar de las dificultades, el fondo ha sido utilizado en emergencias recientes, como las inundaciones en Chalco, aunque aún no se ha agotado.
Asentamientos irregulares: un problema de más de 20 años
Hernández Romero también abordó el tema de los asentamientos irregulares, que afecta al 90% de los municipios del Estado de México. Muchos de estos asentamientos se encuentran en zonas de alto riesgo, lo que incrementa la vulnerabilidad de las comunidades ante desastres naturales. Este problema se ha agravado durante los últimos 20 años, particularmente en municipios como Naucalpan y Tlalnepantla, donde se han registrado incidentes graves, como el ocurrido en el Cerro del Chiquihuite.
Aunque el coordinador reconoció que la necesidad de viviendas asequibles es una de las causas de estos asentamientos, también responsabilizó a administraciones anteriores por permitir construcciones en áreas peligrosas sin las debidas regulaciones.
Estrategia para 2025: mayor presupuesto y mejoras en gestión de riesgos
Con la vista puesta en 2025, la coordinación de Protección Civil del Estado de México trabaja en la elaboración de un presupuesto que permita mejorar la preparación ante desastres. Aunque no se han precisado los montos, Hernández Romero aseguró que se está realizando un análisis detallado para determinar un incremento en los recursos, tanto en personal como en equipo.
“No podemos estimar aún si será el doble o el triple de lo que tenemos, pero estamos buscando una propuesta que se ajuste a las necesidades reales, sin ser desmedida”, concluyó.