La tensión en el sector del transporte público continúa creciendo en Toluca. Transportistas formales han intensificado sus demandas para que se autorice un aumento en la tarifa del pasaje, luego de seis años sin ajustes. Ante la negativa de las autoridades estatales, algunos concesionarios han comenzado a advertir un posible paro de transporte, colocando letreros en sus unidades con mensajes como “Próximamente paro de transporte”.
Odilón López Nava, delegado de la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat) en el Estado de México, declaró que el ajuste es indispensable para garantizar la sostenibilidad del servicio. El líder transportista argumenta que desde 2019 no ha habido modificaciones en la tarifa, a pesar del incremento en el costo de la gasolina, refacciones y otros insumos.
“No buscamos afectar a los usuarios, pero tampoco podemos aceptar una negativa sin diálogo. Esta situación nos está llevando al límite”, afirmó López Nava.
Actualmente, la tarifa mínima en la región es de 12 pesos por los primeros cinco kilómetros, con un costo adicional de 25 centavos por kilómetro extra. La propuesta es que se incremente gradualmente hasta alcanzar los 16 pesos en 2027.
Además del congelamiento tarifario, los transportistas formales denuncian el crecimiento del transporte informal, el cual, aseguran, opera sin regulación ni límites en sus tarifas.
“Mientras nosotros cumplimos con normativas y revisiones, ellos fijan sus cuotas sin control alguno”, reclamó López Nava, señalando que algunos taxis colectivos ya cobran hasta 26 pesos por recorrido corto, el doble de la tarifa oficial.
El anuncio de un posible paro ha generado opiniones encontradas entre los usuarios del transporte público. En redes sociales, algunos consideran que los más perjudicados serían los propios conductores, ya que dejarían de percibir ingresos. Otros señalan que ante una suspensión del servicio, podrían optar por alternativas como taxis por aplicación, colectivos y bicicletas.
Sin embargo, hay preocupación entre quienes dependen del transporte público para llegar a sus trabajos y escuelas. Temen que un paro ocasione retrasos, gastos extra y caos vial, especialmente en horas pico.
El presidente de la línea de transporte Xinantécatl, Alejandro Hernández Torres, respaldó la exigencia de aumento y subrayó que el sector arrastra un rezago histórico. Denunció que ni los gobiernos anteriores ni el actual han implementado políticas de subsidio o modernización del sistema, lo cual impide ofrecer un servicio digno y seguro.
Pese a las presiones, la Secretaría de Movilidad del Estado de México ha descartado un aumento en las tarifas. Señalan que la entidad ya cuenta con una de las tarifas más altas del país, y que cualquier cambio debe pasar por un análisis técnico y legal.
Aun así, los transportistas han formalizado la solicitud de una mesa de diálogo con la gobernadora Delfina Gómez, con el objetivo de discutir alternativas que permitan atender sus demandas sin afectar gravemente a la ciudadanía.
En conclusión, el conflicto evidencia la falta de consenso entre autoridades, operadores y usuarios. Si bien el aumento en el pasaje podría aliviar la presión financiera sobre los concesionarios, también implicaría un golpe al bolsillo de millones de mexiquenses. El reto ahora está en encontrar una solución equilibrada y sustentable que evite la paralización del servicio y garantice una movilidad eficiente para todos.
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