La tensión social creció en el municipio de Calimaya luego de que decenas de habitantes se manifestaran frente al Palacio Municipal para exigir a las autoridades que detengan la presunta extracción irregular de agua en uno de los pozos comunitarios, situación que aseguran afecta directamente al abasto doméstico y genera un ambiente de inconformidad creciente entre la población.
Los vecinos denunciaron que desde hace semanas han observado movimientos inusuales en torno al pozo, así como la posible venta clandestina de agua mediante pipas, lo que ha sido interpretado como una forma de huachicoleo hídrico que está dejando sin suministro a varias colonias. Esta situación, lejos de resolverse, habría empeorado ante lo que califican como permisividad o incapacidad del Ayuntamiento de Calimaya, correspondiente al periodo 2025-2027.
Durante la tarde, mujeres, hombres y adultos mayores se congregaron frente a las puertas del gobierno municipal con pancartas y reclamos directos hacia los funcionarios. Los inconformes señalaron que han solicitado información oficial en repetidas ocasiones, sin obtener respuestas claras ni acciones que frenen el presunto saqueo del vital líquido.
Entre los reclamos más repetidos estuvo la sospecha de que el pozo comunitario estaría siendo explotado para la venta ilícita de agua, un recurso que debería destinarse exclusivamente al suministro local. Los pobladores denunciaron que han visto pipas salir de la zona en horarios irregulares, lo cual ha despertado inquietud y ha detonado la movilización ciudadana.
Los habitantes advirtieron que esta práctica no solo afecta el abasto doméstico, sino que también podría representar un acto de corrupción que involucra a servidores públicos o terceros vinculados con la administración municipal.
La comunidad exige que el Ayuntamiento transparenta la operación del pozo, investigue el presunto huachicoleo de agua y establezca medidas de control para garantizar que el recurso llegue a los hogares que dependen de él.
Vecinos señalaron que, de no obtener respuestas en los próximos días, podrían organizar nuevas movilizaciones e incluso solicitar la intervención de autoridades estatales o federales para frenar la problemática.
En conclusión, el sentimiento predominante entre los habitantes es el hartazgo. Consideran que la crisis hídrica y la falta de acciones concretas por parte del gobierno municipal están debilitando la confianza ciudadana. La manifestación de hoy refleja un descontento que podría continuar escalando si no se atienden las exigencias de la comunidad.







