En el Estado de México, un preocupante 29 por ciento de los hombres sufren violencia, aunque la mayoría de ellos no se atreve a denunciarla por vergüenza. Este dato proviene del último reporte del colectivo “Hombres sin Violencia”, que revela además que solo un escaso cuatro por ciento de los hombres afectados formalizan su denuncia.
Un fenómeno alarmante
El reporte muestra una tendencia alarmante: por cada ocho casos de violencia contra mujeres, existen cuatro casos contra hombres. Este balance evidencia que la violencia no distingue género y que muchos hombres enfrentan situaciones de abuso que permanecen en gran parte ocultas.
María de Lourdes Domínguez, presidenta de la Fundación ¿Y los hombres qué?, explica que de los más de 180 casos en los que su organización ha brindado apoyo legal y psicológico a hombres, el 70 por ciento están relacionados con violencia perpetrada por la pareja, suegra o cuñados.
La violencia familiar: un círculo vicioso
“Algo particular es que la violencia, al igual que en los casos de mujeres, en los hombres también proviene de un familiar cercano, principalmente de las esposas. Sin embargo, ellos no denuncian por pena, por el qué dirán. No es fácil llegar a un Ministerio Público y decir: ‘me pegó mi esposa’”, señala Domínguez.
Este estigma social que impide a los hombres denunciar la violencia que sufren contribuye a la perpetuación del problema. Muchos hombres se sienten aislados y sin apoyo, lo que agrava su situación.
Consecuencias devastadoras
La violencia contra los hombres no solo causa daño físico y emocional, sino que también puede tener consecuencias trágicas. Según datos de la Fundación ¿Y los hombres qué?, el 60 por ciento de los hombres que reciben su acompañamiento ha intentado quitarse la vida al menos una vez. Esta cifra es un claro indicativo de la desesperación y el sufrimiento que enfrentan muchos hombres en situaciones de violencia.
“Les damos acompañamiento para evitar que atenten contra su vida; sin embargo, en algunos casos dejan de asistir a terapia y, lamentablemente, buscan terminar con lo que les atormenta”, agrega Domínguez.
Necesidad de concienciación y apoyo
La situación descrita subraya la urgente necesidad de crear conciencia sobre la violencia contra los hombres y de establecer mecanismos de apoyo adecuados. Es crucial derribar los estigmas sociales que impiden a los hombres buscar ayuda y denunciar la violencia. Instituciones gubernamentales y organizaciones civiles deben trabajar juntas para proporcionar recursos y apoyo a las víctimas de violencia masculina.
En conclusión, la violencia contra los hombres en el Estado de México es un problema real y grave que requiere atención inmediata. La vergüenza y el miedo al juicio social no deben ser barreras para que los hombres busquen y reciban ayuda. La sociedad debe reconocer y abordar esta problemática con la seriedad que merece para prevenir más tragedias y construir un entorno más justo y seguro para todos.