La situación de salud pública en el Estado de México ha generado una ola de críticas hacia Guadalupe Guerrero Avendaño, coordinadora del IMSS Bienestar en la entidad, debido a su aparente falta de respuesta ante el brote de la bacteria Klebsiella oxytoca. Mientras el país enfrentaba una alerta epidemiológica por este brote, la funcionaria se encontraba fuera del país, en un viaje personal a Estados Unidos, lo que ha provocado que la ciudadanía cuestione su compromiso y capacidad de gestión.
Vacaciones en pleno brote: un descuido preocupante
El brote de Klebsiella oxytoca, que afectó a varias unidades médicas en el Estado de México, generó una gran preocupación entre las autoridades y la población. Ante la gravedad de la situación, el Gobierno federal emitió una alerta epidemiológica que involucró a todos los hospitales del país. Sin embargo, la respuesta de Guerrero Avendaño no fue inmediata. Mientras tanto, ella se encontraba de vacaciones, lo que ha sido ampliamente criticado por los ciudadanos, quienes consideran que su ausencia en un momento tan crítico es un reflejo de desinterés hacia la salud pública.
Retraso en la atención del brote y críticas de la ciudadanía
Fue hasta una semana después de que se detectaron los primeros casos que Guadalupe Guerrero Avendaño visitó los hospitales afectados. En ese tiempo, ya se había confirmado la presencia de la bacteria en al menos cuatro unidades médicas, y las autoridades habían establecido un protocolo de investigación para determinar el origen del brote, que podría estar relacionado con la contaminación de los insumos de Nutrición Parenteral (NPT). Mientras tanto, las autoridades estatales y federales ya habían tomado cartas en el asunto, pero los comentarios de los ciudadanos no se hicieron esperar, cuestionando la falta de proactividad por parte de la funcionaria.
Un historial de descontento en el sector salud
Este no es el primer momento de tensión en la gestión de Guerrero Avendaño. La falta de insumos en los hospitales y los retrasos en el pago a los trabajadores del sector salud han generado una creciente insatisfacción entre el personal médico y administrativo. De hecho, se han registrado varias protestas en diversas unidades médicas, donde los trabajadores han expresado su descontento y han solicitado la destitución de la coordinadora debido a lo que consideran una gestión deficiente. En medio de la crisis por el brote de Klebsiella oxytoca, las críticas han aumentado, especialmente porque la funcionaria no ha ofrecido respuestas claras ni ha comparecido ante los medios de comunicación para dar explicaciones sobre la situación.
¿Una gestión efectiva frente a la emergencia?
Con la federalización de los servicios de salud en el Estado de México, las unidades médicas ahora están bajo la responsabilidad directa de IMSS Bienestar y, por ende, de Guadalupe Guerrero Avendaño. Sin embargo, su gestión ha estado marcada por una serie de irregularidades que han afectado la calidad de los servicios. Los ciudadanos, que dependen de estas instituciones para recibir atención médica, han manifestado su frustración por la falta de recursos, la baja calidad en los servicios y la aparente desconexión de la funcionaria con la realidad del sistema de salud.
La ausencia ante la crisis: un liderazgo en duda
La actitud de Guadalupe Guerrero Avendaño ante la emergencia sanitaria ha dejado en evidencia la falta de un liderazgo efectivo en momentos de crisis. Aunque la secretaria de Salud estatal, Macarena Montoya Olvera, ha afirmado que el brote de Klebsiella oxytoca está controlado y no se han registrado nuevos casos, los ciudadanos siguen exigiendo respuestas. La falta de presencia de la coordinadora del IMSS Bienestar en los momentos cruciales de la emergencia solo ha intensificado las críticas hacia su gestión.
¿Hasta cuándo la inacción será tolerada?
El brote de Klebsiella oxytoca ha resaltado las falencias en la gestión de la salud pública en el Estado de México, y la actuación de Guadalupe Guerrero Avendaño sigue siendo un tema de debate y preocupación. Mientras las autoridades tratan de contener la crisis, la ciudadanía observa con creciente desconfianza la falta de acción de la funcionaria. Los habitantes del Estado de México, junto con los trabajadores del sector salud, exigen respuestas claras y una gestión más efectiva que priorice la salud de los ciudadanos por encima de intereses personales.
Las autoridades deben reflexionar sobre la permanencia de Guerrero Avendaño al frente del IMSS Bienestar, pues está claro que la situación exige una respuesta mucho más comprometida y profesional.
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