El mercado inmobiliario en el Estado de México mantiene un crecimiento moderado en el costo de la vivienda, con un incremento del 6.4% en comparación con otras entidades del país. Así lo dio a conocer Karim Oviedo, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), quien destacó que este fenómeno responde a diversos factores económicos y sociales que afectan la demanda de vivienda en la región.
Según datos proporcionados por la AMPI, anualmente en el Estado de México se construyen aproximadamente 250 mil viviendas, cifra que resulta insuficiente ante el déficit habitacional de 9 millones de viviendas a nivel nacional. Este panorama refleja la urgencia de implementar estrategias que fomenten la inversión en el sector inmobiliario y faciliten el acceso a la vivienda para la población mexiquense.
Uno de los principales factores que inciden en este rezago es el bajo crecimiento salarial, lo que limita la capacidad de compra de los ciudadanos. La falta de incremento en los ingresos impide que muchas familias accedan a créditos hipotecarios o adquieran viviendas dignas, lo que prolonga la demanda insatisfecha y la presión sobre el mercado inmobiliario.
Otro factor que podría agravar la situación es la posible imposición de aranceles a los materiales de construcción, lo que generaría un alza en los costos de producción de vivienda. De acuerdo con Oviedo, un incremento en los precios de los insumos repercutiría directamente en la reducción de la oferta de viviendas, incrementando el desabasto y afectando a miles de familias que buscan una opción de compra accesible.
Además, el encarecimiento de materiales como el cemento, acero y vidrio afectaría no solo a los desarrolladores inmobiliarios, sino también a los compradores, quienes enfrentarían precios más altos y menor disponibilidad de vivienda en el mercado.
Ante este panorama, los expertos coinciden en que es necesario implementar políticas públicas que incentiven el desarrollo habitacional en el Estado de México. La facilitación de trámites, el acceso a financiamientos accesibles y el impulso de programas de vivienda social podrían ser algunas de las soluciones para contrarrestar el rezago existente.
Asimismo, el sector inmobiliario podría beneficiarse de la diversificación de materiales de construcción y la adopción de tecnologías sostenibles que reduzcan costos y hagan más accesible la edificación de nuevas viviendas.
En conclusión, el mercado de la vivienda en el Estado de México enfrenta múltiples desafíos, desde el crecimiento moderado de precios hasta la posible afectación por aranceles a materiales de construcción. Sin embargo, con estrategias adecuadas y un enfoque en la inversión y financiamiento accesible, es posible impulsar el desarrollo inmobiliario y brindar mejores oportunidades de vivienda a la población.
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