Toluca enfrenta un creciente problema de robo de coladeras, exponiendo a los ciudadanos a riesgos significativos. Uno de los puntos más afectados es el cruce de Comonfort y Tollocan, donde individuos desconocidos han sustraído las tapas del alcantarillado, dejando peligrosos huecos en la vía pública.
En un intento por mitigar el peligro, los vecinos han colocado llantas con cinta amarilla de precaución. Sin embargo, esta medida resulta insuficiente debido a la profundidad de las coladeras, que alcanza hasta cinco metros, representando un alto riesgo de caídas y lesiones graves para los transeúntes.
El problema no se limita a la seguridad de los peatones. Las coladeras abiertas han sido utilizadas como depósitos de basura, lo que contribuye a la contaminación y a posibles problemas de salud pública. La acumulación de residuos en los drenajes puede provocar inundaciones y la proliferación de plagas, afectando directamente a la comunidad.
Ante esta situación, trabajadores y habitantes han solicitado a las autoridades municipales tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad en las calles. Entre las soluciones propuestas se encuentra la implementación de estrategias para prevenir el robo de coladeras, el reforzamiento del alumbrado público y un incremento en la vigilancia, especialmente durante la noche. La falta de iluminación ha facilitado la comisión de asaltos, dejando a empleados que salen de trabajar en situación de vulnerabilidad ante la delincuencia.
En conclusión, el robo de coladeras en Toluca es un problema que requiere atención inmediata. La colaboración entre ciudadanos y autoridades es esencial para encontrar soluciones efectivas que garanticen la seguridad de los peatones y reduzcan el impacto ambiental. Es fundamental implementar medidas de prevención, reforzar la vigilancia y mejorar la infraestructura urbana para evitar que este problema siga creciendo.