Con la firme intención de revitalizar el espíritu que dio origen a la Cuarta Transformación, más de 15 liderazgos de Morena en el Estado de México se reunieron en un espacio de diálogo estratégico que marcó una nueva etapa para el movimiento en la entidad.
La reunión congregó a figuras con una sólida trayectoria dentro del partido, tanto fundacionales como emergentes, quienes coincidieron en la necesidad de regresar a los principios que han dado identidad y legitimidad al proyecto de transformación nacional: honestidad, cercanía al pueblo y justicia social. Este encuentro fue un llamado colectivo por fortalecer la vida interna del partido con una visión profunda, de largo plazo y a la vanguardia.
Entre las y los participantes se encontraban nombres como Pepe Benítez, Yaz Nájera, Xóchitl Zagal, Camilo Cerqueda, Carlos Estrella, Katherine Zepeda, Gabriela Calvillo, Areli Esga, Antonio Zavala, Gabriela Contreras y Alinne Santibañez. Todas y todos reconocidos por su trabajo territorial, compromiso con las causas sociales y, sobre todo, por su convicción ideológica.
La diversidad generacional y regional representada en este encuentro fue una de sus principales fortalezas. En lugar de centrarse en cargos o aspiraciones personales, las y los líderes compartieron experiencias, diagnósticos y propuestas para consolidar una estructura partidista más sólida, transparente y conectada con la realidad social de Edoméx. Se habló de reorganización comunitaria, formación política y mecanismos internos que permitan garantizar la coherencia entre el discurso y la acción.
Renovar Morena sin perder el rumbo: principios, evolución y vanguardia
Desde una mirada autocrítica, se reconoció que Morena necesita mantenerse como un movimiento en evolución constante, capaz de adaptarse a los nuevos tiempos sin comprometer su esencia. Esta visión apuesta por recuperar la frescura original del partido y, al mismo tiempo, incorporar formas organizativas más modernas, que lo mantengan en la vanguardia política y social del país.
Este tipo de ejercicios organizativos dan muestra de que dentro de Morena Edoméx existe una base militante viva, activa y reflexiva, que no solo busca preservar el legado del movimiento, sino actualizarlo en formas que respondan a los desafíos actuales. Sin renunciar a sus principios, se planteó la necesidad de innovar, adaptarse y avanzar con ideas frescas. En otras palabras, caminar hacia una nueva etapa sin perder el rumbo original.
Aunque no se trató de una reunión de definiciones políticas ni de estrategias electorales, sí dejó claro que existe una generación de liderazgos que está apostando por construir una Morena que mire al futuro sin olvidar de dónde viene. Una Morena que, desde el Estado de México, quiere seguir siendo ejemplo de organización, consistencia y compromiso social.
El Estado de México, por su peso político y densidad poblacional, ha sido históricamente un punto de inflexión para las fuerzas políticas del país. Por ello, que desde aquí se geste una reflexión profunda sobre el rumbo del partido, es señal de madurez política y también de disposición a mantener al movimiento no solo firme en sus raíces, sino también como referente en las discusiones dentro de la izquierda nacional.
