El miércoles 10 de septiembre de 2025, alrededor de las 14:20 horas, la Ciudad de México se vio sacudida por una terrible explosión en la Calzada Ignacio Zaragoza, bajo el Puente de la Concordia, en la alcaldía Iztapalapa. El accidente fue provocado por el volcamiento de una pipa de gas LP que ocasionó una fuga masiva y posterior detonación, dejando una estela de destrucción, dolor y muestras de solidaridad ciudadana.
De acuerdo con reportes oficiales, la explosión se originó tras la fuga de gas provocada por la volcadura de la unidad. La onda expansiva alcanzó a peatones y automóviles en circulación, generando un escenario de caos y emergencia. Varias unidades particulares quedaron calcinadas y el tránsito en la autopista México–Puebla resultó gravemente afectado.
El siniestro tomó varias horas en ser controlado, debido a la magnitud del incendio y al material altamente inflamable contenido en la pipa.
Víctimas y lesionados
El saldo hasta el momento es devastador:
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4 personas fallecidas.
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90 lesionados, varios con quemaduras de segundo y tercer grado.
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19 pacientes reportados en estado grave.
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Entre las víctimas se encuentran menores de edad, incluido un bebé de aproximadamente año y medio.
Pese a la gravedad, algunas noticias brindan esperanza: al menos 10 pacientes ya fueron dados de alta la misma noche del accidente.
Investigación y responsabilidades
La Fiscalía General de Justicia de la CDMX (FGJCDMX) y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) iniciaron investigaciones para determinar si la pipa cumplía con las normas técnicas, legales y de seguridad requeridas.
La empresa propietaria, Transportadora Silza, reconoció su responsabilidad social y legal en un comunicado, comprometiéndose a colaborar con las autoridades y apoyar a las víctimas.
Respuesta de autoridades y atención hospitalaria
Los heridos fueron trasladados a distintos hospitales de la Ciudad de México y el Estado de México. Las autoridades locales habilitaron números de contacto para que familiares pudieran localizar a sus seres queridos, además de brindar apoyo psicológico, jurídico y social.
La atención de emergencia incluyó brigadas médicas, traslado aéreo y terrestre, así como el acompañamiento institucional para los familiares de los afectados.
Solidaridad ciudadana
A pesar del dolor, la tragedia también sacó a la luz lo mejor de la sociedad capitalina. Vecinos y ciudadanos se han organizado para apoyar dentro y fuera de los hospitales:
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Alimentos y agua: se distribuyen entre familiares que permanecen en la espera.
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Insumos médicos básicos: curitas, vendas, guantes y material de primeros auxilios para casos menores.
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Atención médica voluntaria: especialistas en salud, incluidos cirujanos plásticos, ofrecen consultas gratuitas a lesionados con quemaduras no graves.
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Apoyo logístico: policías y vecinos han repartido café, comida, transporte y acompañamiento a familiares de pacientes hospitalizados.
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Mascotas también atendidas: algunas clínicas veterinarias ofrecen atención gratuita a animales afectados por el siniestro.
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Solidaridad inmediata: en el lugar de la explosión, vecinos ayudaron con cubetas de agua, tierra y mantas para mitigar las llamas antes de la llegada de los equipos de emergencia.
Estas acciones espontáneas reafirman la solidaridad característica de la población de la CDMX en momentos de crisis.
La explosión de la pipa de gas en Iztapalapa no solo representa una de las emergencias más graves de los últimos años en la Ciudad de México, también evidencia la necesidad de reforzar la seguridad en el transporte de materiales peligrosos.
Mientras las autoridades avanzan en las investigaciones, los capitalinos muestran, una vez más, que la solidaridad puede ser un bálsamo en medio del dolor.
En Notidex seguiremos dando seguimiento a este hecho, con respeto y compromiso informativo, para mantener a la ciudadanía al tanto de la evolución de esta tragedia y de las acciones de apoyo a las víctimas.