El crecimiento del comercio ambulante en Toluca se ha convertido en una de las principales preocupaciones para comerciantes establecidos y organizaciones empresariales, luego de que en las últimas semanas se registrara un incremento estimado de hasta 50% en zonas clave como Isidro Fabela y vialidades cercanas al Mercado Juárez.
Durante recorridos realizados en distintas arterias del centro de Toluca, se constató la presencia masiva de vendedores informales que ofrecen desde ropa, calzado y artículos electrónicos, hasta productos de temporada y mercancía de procedencia incierta.
Los puestos improvisados ocupan banquetas, carriles vehiculares e incluso accesos a negocios, dificultando la movilidad peatonal y generando inconformidad entre ciudadanos.
Pese a que el Bando Municipal prohíbe expresamente la instalación del comercio informal, la presencia de vendedores ambulantes continúa expandiéndose, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la efectividad de los operativos municipales.
Trabajadores y propietarios de negocios formales en la zona de Isidro Fabela aseguran que el problema se ha intensificado en días recientes.
Omar Ramírez, empleado de un establecimiento de artículos de temporada, señaló que el comercio informal representa una competencia desleal, ya que quienes operan dentro de la legalidad cumplen con pagos de impuestos, permisos y regulaciones, mientras que los vendedores ambulantes no enfrentan las mismas obligaciones.
Además, denunció que incluso algunos comercios establecidos han comenzado a invadir espacios públicos ante la falta de control, agravando el desorden urbano.
Ante este panorama, la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) del Valle de Toluca hizo un llamado a las autoridades municipales para revisar el marco legal y fortalecer las sanciones contra el ambulantaje.
Su presidente, Fernando Reyes Muñoz, advirtió que el comercio informal ya supera al comercio formal en volumen de ventas durante las temporadas de mayor consumo, lo que pone en riesgo la viabilidad de cientos de negocios establecidos.
Por su parte, Juan de Dios Bringas Enríquez, presidente de la Agrupación de Comerciantes Establecidos del Valle de Toluca, afirmó que mientras el comercio formal genera empleos y contribuye a la economía local, el ambulantaje opera bajo una tolerancia oficial que fomenta la informalidad.
Indicó que las ventas del sector formal registran una caída aproximada del 20% en comparación con el mismo periodo de 2024, situación que atribuyó al aumento de personas que, tras perder su empleo, recurren a vender productos en la vía pública como alternativa de subsistencia.
El problema, advierten líderes empresariales, no se limita a la zona de la terminal ni al centro histórico. Avenidas como Ignacio Rayón y Adolfo López Mateos, así como otros municipios del Valle de Toluca, presentan escenarios similares.
De acuerdo con datos del Inegi, más del 50% de la población ocupada en México trabaja en la informalidad, lo que refleja un fenómeno estructural que requiere soluciones integrales y no únicamente acciones de corto plazo.
Con la cercanía de las fechas de mayor actividad comercial del año, comerciantes formales temen que el crecimiento del ambulantaje continúe sin una estrategia clara de regulación.
Organismos empresariales coinciden en que se necesita voluntad política, aplicación efectiva de la ley y alternativas económicas para quienes dependen del comercio informal.
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