Los árboles que conforman el paisaje urbano del Parque de la Ciencia Fundadores y la Plaza de los Mártires, dos de los espacios públicos más representativos de la capital mexiquense, atraviesan una situación crítica derivada del estrés hídrico, una condición que está afectando su crecimiento, resistencia y permanencia.
La problemática ya es visible para visitantes y especialistas, quienes han advertido un deterioro progresivo reflejado en ramas secas, follaje debilitado y pérdida de vitalidad en distintas zonas de ambos espacios.
El arbolado urbano cumple una función clave en la regulación del clima, la producción de oxígeno y la mejora del entorno visual. Sin embargo, en estos parques, los ejemplares muestran claros signos de deshidratación, lo que evidencia deficiencias en su cuidado.
De acuerdo con especialistas en arboricultura, la escasez de agua, sumada a sistemas de riego poco eficientes, ha limitado el desarrollo adecuado de los árboles plantados, muchos de los cuales no han logrado adaptarse a las condiciones actuales del suelo y el clima.
Más allá del impacto estético, esta situación representa un riesgo para la salud ambiental del entorno y afecta la experiencia de quienes acuden a estos espacios con fines recreativos, culturales o familiares.
Expertos en medio ambiente y gestión urbana coinciden en que el problema tiene múltiples orígenes, entre los que destacan:
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Falta de planeación ambiental integral: No se estableció una estrategia sólida para garantizar el riego continuo y el mantenimiento a largo plazo del arbolado.
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Elección inadecuada de especies: Algunas variedades plantadas no cuentan con la resistencia necesaria para soportar periodos prolongados de sequía.
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Infraestructura de riego insuficiente: Los sistemas actuales no están diseñados para enfrentar escenarios de baja disponibilidad de agua.
Con el paso del tiempo, estas carencias han provocado que áreas antes verdes y funcionales presenten ahora una vegetación vulnerable y en constante deterioro.
Ante este escenario, especialistas y ciudadanos han hecho un llamado a las autoridades para implementar acciones inmediatas que permitan revertir el daño ambiental. Entre las principales propuestas se encuentran:
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La modernización de los sistemas de riego, apostando por tecnologías sustentables y eficientes.
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La introducción de especies más resistentes al estrés hídrico, ya sea como reemplazo o complemento del arbolado existente.
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El fortalecimiento de la participación ciudadana, promoviendo la vigilancia y el cuidado comunitario de parques y plazas.
Estas medidas podrían marcar la diferencia para recuperar la vitalidad ecológica del Parque de la Ciencia y la Plaza de los Mártires.
Ambos espacios fueron concebidos como proyectos emblemáticos de renovación urbana, pensados para ofrecer más áreas verdes y mejorar la calidad de vida en la ciudad. No obstante, la falta de una estrategia integral de mantenimiento ha evidenciado una brecha entre las expectativas iniciales y la situación actual.
El reto ahora es transformar estos espacios en ejemplos de sostenibilidad urbana, donde la planeación ambiental y el cuidado del arbolado sean prioridades permanentes.







