El domingo 7 de julio, la Asamblea Nacional Ordinaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se vio marcada por un incidente significativo cuando militantes del partido ingresaron por la fuerza al Pepsi-Center, sede del evento. Los hechos ocurrieron tras un tenso momento en el que los asistentes rompieron una puerta de cristal, alegando su derecho a participar y votar en la asamblea.
Desde tempranas horas de la mañana, militantes, consejeros y delegados de todo el país comenzaron a llegar al Pepsi-Center, con la expectativa de participar en la votación de varios puntos críticos, incluyendo la posible reelección de Alejandro Moreno como Presidente Nacional del PRI. Este cónclave priísta fue convocado para las 11 de la mañana, sin embargo, el acceso al evento inició alrededor de las 9 de la mañana.
A medida que se acercaba la hora del inicio de la asamblea, la tensión comenzó a aumentar. Justo a las 11 de la mañana, los organizadores y el personal de seguridad decidieron cerrar las puertas, lo que provocó la molestia de los militantes que aún permanecían afuera. Minutos después, en un intento por ingresar, estos militantes empujaron las puertas de cristal hasta romper una de ellas, generando un breve conato de enfrentamiento con el personal de seguridad del lugar.
A las 11:25 am, en medio del caos, el personal del Pepsi-Center utilizó los altavoces para anunciar que se había alcanzado el aforo máximo de asistentes. Se solicitó la comprensión de aquellos que permanecían afuera, informándoles que no podrían ingresar debido a las limitaciones de capacidad del recinto.
Este incidente refleja la intensa pasión y el compromiso de los militantes del PRI con el futuro de su partido, pero también subraya la necesidad de una mejor organización y manejo de eventos tan significativos. La posible reelección de Alejandro Moreno como líder del PRI es un tema de gran importancia y controversia dentro del partido, lo que explica en parte la intensidad de los sucesos.
El portazo en la Asamblea Nacional del PRI es un recordatorio de las dinámicas internas y los desafíos que enfrenta el partido en su intento por mantenerse relevante en el panorama político mexicano. La Asamblea Nacional continuará siendo un punto crucial para la toma de decisiones y la dirección futura del PRI, y es esencial que se tomen medidas para garantizar que futuros eventos se realicen de manera ordenada y segura.
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