El operativo permanente implementado en la avenida Isidro Fabela, derivado del desalojo de comerciantes ambulantes, ha transformado esta importante vía de Toluca. Este esfuerzo tiene como objetivo garantizar la continuidad del proyecto de la ciclovía, que ya alcanza un avance del 45% y que se espera concluir antes del 31 de diciembre, según la Secretaría de Movilidad. Sin embargo, los cambios también han generado nuevos desafíos para comerciantes establecidos y ambulantes desplazados.
Desde que se llevó a cabo el desalojo de los ambulantes, la presencia constante de elementos policiacos municipales y estatales ha contribuido a disminuir los delitos en la zona del polígono de Isidro Fabela. Sin embargo, comerciantes establecidos han alertado que los asaltantes han trasladado su actividad a otros puntos cercanos, como paraderos de autobuses y unidades de transporte público, donde la vigilancia es menos constante.
Uno de los locatarios de la zona comentó:
“Sí hay menos robos aquí, pero ahora los asaltantes están en los paraderos o en los autobuses. No sabemos si, al terminar la obra y retirarse los policías, las bandas de carteristas vuelvan a operar aquí como antes”.
Pese a la mejora en el orden público en la avenida, los comerciantes establecidos expresan que la percepción de seguridad no ha mejorado lo suficiente para atraer más clientes. Además, señalan que la presencia de elementos policiacos intimida a los compradores, afectando negativamente las ventas, especialmente durante los días laborables.
“Cuando ven tantos policías, la gente se asusta, creen que pasó algo grave y prefieren no venir. Esto nos está afectando más que ayudarnos, sobre todo entre semana. Los fines de semana se nivela un poco, pero no hemos repuntado”, declaró uno de los comerciantes.
El proyecto de la ciclovía, considerado un avance significativo para la movilidad en Toluca, también ha generado opiniones divididas. Mientras algunos comerciantes reconocen la importancia de promover espacios seguros para ciclistas y peatones, otros cuestionan la elección del tramo actual.
Miguel, uno de los vendedores, comentó: “La ciclovía es necesaria, pero el tramo entre Tollocan y La Maquinita habría sido más útil porque ahí hay mucho más tráfico y peligro para los ciclistas”.
Por su parte, los ambulantes desplazados están demandando alternativas para poder operar durante la temporada decembrina, una de las más importantes para sus ingresos. Han solicitado a las autoridades locales un espacio para vender sin afectar el avance de la obra. A pesar de la tensión, esperan establecer un diálogo con el municipio.
La Secretaría de Movilidad ha reiterado que el proyecto de la ciclovía estará concluido antes de finalizar el año, con la intención de mejorar las condiciones de movilidad en Toluca. Sin embargo, la situación actual en Isidro Fabela refleja un ambiente de incertidumbre para comerciantes formales e informales, así como para los vecinos que observan de cerca si los cambios traerán una mejora tangible.
En conclusión, el operativo permanente en Isidro Fabela ha generado resultados mixtos. Mientras se percibe un avance en el orden y la seguridad en la zona del polígono, también han surgido inquietudes sobre la redistribución de delitos a otras áreas y el impacto negativo en las ventas. La ciclovía promete ser un cambio positivo para la movilidad de Toluca, pero su implementación plantea retos que requieren una solución integral.
¿Será este proyecto el catalizador para una transformación duradera en la ciudad o quedará como una medida a medias? El tiempo y las acciones de las autoridades locales lo determinarán.