El Estado de México enfrenta un repunte significativo en las infecciones respiratorias agudas (IRA) durante 2025. En los primeros ocho meses del año se han reportado más de 1.2 millones de casos, lo que representa un aumento respecto al mismo periodo del año anterior, según autoridades y reportes sanitarios locales.
El incremento coincide con el descenso abrupto de las temperaturas en la zona, lo que favorece la transmisión de virus respiratorios entre la población, especialmente en grupos vulnerables como niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Este fenómeno no es exclusivo del Edomex: a nivel nacional también se ha observado una tendencia al alza en enfermedades respiratorias durante la temporada invernal, impulsada por virus como la influenza y otros patógenos estacionales.
Diversos municipios del Estado de México han registrado altos números de casos. Entre ellos destacan localidades con gran densidad poblacional, donde la convivencia en espacios cerrados y la movilidad humana potencian la propagación de infecciones.
Aunque las cifras detalladas por municipio son aún recopiladas, los primeros reportes señalan Toluca, Ecatepec y Cuautitlán como algunos de los puntos con mayor número de contagios.
Los expertos en salud pública alertan que, si bien muchas infecciones respiratorias no requieren hospitalización, pueden complicarse si no se tratan adecuadamente. El uso indiscriminado de medicamentos sin supervisión médica especialmente antibióticos o antivirales sin receta puede generar resistencia a tratamientos y empeorar la condición del paciente.
Además, enfermedades como la influenza, que también está en aumento, pueden provocar complicaciones severas en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Para reducir el impacto de las infecciones respiratorias, las autoridades de salud han emitido una serie de recomendaciones:
-
Evitar la automedicación: consultar siempre con un profesional de la salud antes de tomar medicamentos.
-
Fortalecer la higiene personal: lavarse las manos con frecuencia y cubrirse al toser o estornudar.
-
Vacunarse contra la influenza y otras enfermedades respiratorias, cuando estén disponibles.
-
Mantener ambientes bien ventilados, sobre todo en lugares cerrados y concurridos.
Estas medidas no solo ayudan a prevenir contagios, sino que también disminuyen la probabilidad de complicaciones graves o hospitalizaciones, según recomendaciones médicas.
En conclusión, el aumento de infecciones respiratorias plantea desafíos para los sistemas de salud locales, que deben atender un volumen creciente de casos mientras educan a la población sobre prácticas preventivas. La colaboración con instituciones sanitarias y campañas de concientización serán clave para contener y reducir la transmisión de estos padecimientos en los próximos meses.







