La Ciudad de México ha sido testigo de un aumento significativo en las medidas de seguridad en torno a la Embajada de Ecuador. Este desarrollo sigue a la decisión de México de cesar sus relaciones diplomáticas con Ecuador, un movimiento que ha desencadenado reacciones tanto en el ámbito político como en el social.
La seguridad reforzada es notablemente visible en la delegación ecuatoriana ubicada en el distrito de Polanco, una de las zonas más emblemáticas de la capital. Fuentes locales confirman que el contingente de policías capitalinos, responsables de la seguridad de los edificios diplomáticos en la metrópoli, ha visto un incremento en su presencia. Además, esta mañana se observó la instalación de vallas de protección alrededor de las instalaciones, medida que busca salvaguardar la integridad del personal y la propiedad diplomática.
La situación se tensa aún más con la convocatoria de protestas frente a la embajada por parte de diversas organizaciones. Estas manifestaciones son en respuesta al reciente asalto a la embajada mexicana en Quito, llevado a cabo bajo la administración del gobierno de Daniel Noboa, lo que ha contribuido al ya complejo panorama de las relaciones entre México y Ecuador.
A pesar de la ruptura de las relaciones diplomáticas anunciada por la canciller mexicana Alicia Bárcena, hasta el momento no se ha considerado la expulsión del personal diplomático ecuatoriano de México. La decisión sobre el futuro de la representación diplomática ecuatoriana en México queda, por ende, en manos del gobierno de Ecuador.
Este episodio marca un punto crítico en las relaciones bilaterales entre México y Ecuador, poniendo de relieve las complejidades y desafíos inherentes a la diplomacia moderna. A medida que la situación continúa desarrollándose, Notidex se compromete a proporcionar actualizaciones oportunas y análisis en profundidad para mantener informados a sus lectores sobre las implicaciones de estos eventos en la esfera internacional.
