¿Corrupción en Iztapalapa? Clara Brugada dio contratos por 73 mdp a empresa de su sucesor

Clara Brugada - CDMX
Clara Brugada - CDMX

En el panorama político de la Ciudad de México, la figura de Clara Brugada emerge con una ironía difícil de ignorar. Brugada, quien actualmente aspira a la Jefatura de Gobierno de la CDMX por el partido Morena, ha centrado su campaña en la promesa de erradicar la corrupción. Sin embargo, su historial como exalcaldesa de Iztapalapa plantea serias dudas sobre su compromiso con la transparencia y la integridad en la gestión pública.

Durante su administración en Iztapalapa, Brugada estableció una relación conspicua con la Constructora Trueno S.A. de C.V., vinculada estrechamente a Raúl Basulto Luviano, actual alcalde y amigo desde hace mucho tiempo de Brugada. Esta empresa se ha visto beneficiada de manera considerable bajo su mandato, recibiendo 18 contratos que suman un total de 73 millones de pesos. Lo alarmante de esta situación no es solo la cuantiosa suma, sino el método de adjudicación: 15 de estos contratos fueron otorgados de forma directa, evitando así el proceso competitivo que garantiza transparencia y equidad.

El uso de adjudicaciones directas, especialmente en un volumen tan significativo, levanta inevitablemente preguntas sobre el favoritismo y la falta de controles adecuados en la asignación de contratos públicos. Este método, aunque permitido bajo ciertas circunstancias, cuando se utiliza de forma extensiva, puede socavar la confianza pública y es visto a menudo como una puerta abierta a prácticas corruptas.

La situación se torna aún más irónica y preocupante cuando a Clara Brugada, en su campaña hacia la Jefatura de Gobierno, le encanta decir que es una luchadora contra la corrupción. Esta postura choca drásticamente con las prácticas observadas bajo su liderazgo en Iztapalapa. La contradicción entre sus promesas de campaña y sus acciones pasadas es flagrante y socava la credibilidad de sus compromisos actuales.

Si Clara Brugada llegara a ser Jefa de Gobierno, ¿podemos esperar un cambio real hacia la transparencia y la ética en la administración, o su gestión estará marcada por escándalos similares a los de su pasado en Iztapalapa? Esta es una pregunta que los votantes de la Ciudad de México deben considerar seriamente, especialmente cuando la integridad y la gestión honesta de los recursos públicos están en juego.

El caso de Clara Brugada y la Constructora Trueno ilustra un patrón preocupante que no debe ser ignorado. La ciudadanía merece líderes que no solo prediquen la erradicación de la corrupción, sino que también practiquen con el ejemplo. La consistencia entre lo que se promete y lo que se practica es fundamental para la construcción de un gobierno verdaderamente transparente y justo. En la lucha contra la corrupción, los hechos deben hablar más alto que las palabras.

Imagen