Cuautitlán Izcalli enfrenta una crisis laboral luego de que el presidente municipal, Daniel Serrano Palacios, tomara la controvertida decisión de despedir a 162 trabajadores, a pesar de las recomendaciones del secretario del Trabajo del Estado de México, Norberto Morales Poblete, quien instó a no realizar recortes de personal en el municipio.
Un golpe al sector laboral en plena crisis
Lejos de priorizar la estabilidad laboral y el bienestar de los empleados, Serrano Palacios ha tomado medidas que agravan la situación económica de muchas familias. La mayoría de los despidos pertenecen al Organismo Operador de Agua, un sector clave para la infraestructura del municipio. Actualmente, más de 800 demandas han sido radicadas por trabajadores despedidos, lo que podría traducirse en un golpe financiero para el ayuntamiento debido a los laudos y pagos por indemnización.
Un argumento poco convincente
El alcalde ha justificado estos despidos alegando que recibió una administración en quiebra, pero los ciudadanos no han tardado en recordarle en redes sociales que él mismo, junto con miembros de su grupo político “Los Puros”, formó parte de la administración anterior.
La exsíndico Ivonne Blanco y tres regidores más cercanos a Serrano también desempeñaron cargos en el gobierno municipal 2022-2024. Si realmente existía una crisis financiera, ¿por qué no alertaron antes sobre la situación? Este doble discurso ha generado una fuerte ola de críticas en redes sociales, donde los ciudadanos exigen transparencia y una solución real en lugar de excusas.
Consecuencias políticas y legales
Los despidos masivos podrían traer consecuencias legales para el municipio. El pago de indemnizaciones y laudos podría representar un gasto millonario, afectando aún más las finanzas locales. Además, este movimiento también podría afectar la imagen de Serrano Palacios de cara a futuras elecciones, ya que ha demostrado poca capacidad de gestión y sensibilidad hacia los trabajadores.
Un liderazgo en duda
La decisión de Serrano Palacios evidencia una falta de estrategia y sensibilidad política, generando descontento entre la población y dejando en incertidumbre a cientos de familias. Mientras tanto, los habitantes de Cuautitlán Izcalli siguen esperando soluciones reales a los problemas del municipio, en lugar de decisiones improvisadas y contradictorias.
La política de despidos de Daniel Serrano Palacios no solo afecta a los trabajadores, sino que también debilita la confianza ciudadana en su administración. Lejos de resolver la crisis financiera, podría agravarla aún más con los costos derivados de los despidos injustificados. Mientras tanto, los ciudadanos se preguntan: ¿Cuánto tiempo más seguirá Serrano culpando al pasado en lugar de actuar con responsabilidad?
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