El Tribunal deja solo a Luis Zenteno: no hubo violencia política de Juana Carrillo

Luis Domingo Zenteno Santaella - Teoloyucan
Luis Domingo Zenteno Santaella - Teoloyucan

Un nuevo revés para el alcalde de Teoloyucan

Luis Domingo Zenteno Santaella parece no abandonar los tropiezos. Esta vez, el alcalde de Teoloyucan enfrentó un revés jurídico que nuevamente pone en entredicho su credibilidad y su estilo de gobierno. El Tribunal Electoral determinó —por mayoría de votos— que la presidenta municipal de Cuautitlán, Juana Carrillo Luna, no incurrió en violencia política en su contra, como él había denunciado.

La decisión dejó al edil sin sustento legal y, de paso, reforzó la percepción ciudadana de que Zenteno recurre al conflicto antes que al diálogo. En vez de avanzar hacia soluciones reales para su municipio, insiste en protagonizar disputas que lo alejan de la gobernabilidad.


Una acusación que no convenció a los magistrados

La denuncia de Zenteno apuntaba a supuestas agresiones físicas y psicológicas derivadas del prolongado conflicto territorial entre Teoloyucan y Cuautitlán. Sin embargo, tres de los cinco magistrados rechazaron por completo la narrativa del alcalde al considerar que no existían elementos suficientes para acreditarla.

El mensaje fue claro:
La queja del alcalde no tenía fundamento.

Aunque la presidenta del Tribunal Electoral, Arlen Siu Merlos, sostuvo un voto particular al considerar que sí existía violencia política, esta postura no fue compartida por la mayoría. Su opinión se basó en una frase dirigida a Zenteno que lo habría incomodado profundamente:

“No se olvide, doctor Luis, que gracias a mí usted es presidente municipal, porque lo apoyamos y lo subimos a la mesa, pensando que usted era una persona de bien.”

Lejos de comprobar violencia, la discusión terminó exhibiendo la fragilidad política del alcalde.


Lo que incomoda a Zenteno: un señalamiento que muchos comparten

Aunque el comentario de Juana Carrillo generó ruido en el entorno político, lo cierto es que muchos habitantes de Teoloyucan coinciden con esa percepción: Luis Domingo Zenteno ya no es el activista que prometía combatir los abusos del poder. Por el contrario, hoy lo señalan como un gobernante que reproduce los mismos vicios que tanto criticó.

Vecinas y vecinos afirman que Zenteno ha abandonado sus ideales de participación ciudadana y transparencia para transformarse en un alcalde autoritario, distante y acostumbrado a colocar sus disputas personales por encima de las necesidades del municipio.

En pocas palabras, el funcionario que alguna vez se presentó como defensor de los derechos y la justicia hoy es visto por su propia comunidad como un ejemplo claro de lo que prometió erradicar.


Un liderazgo debilitado y un futuro incierto

La resolución del Tribunal Electoral no solo desestima la acusación de Luis Domingo Zenteno Santaella; también evidencia la pérdida de respaldo político y social que vive su administración. Cada intento fallido por victimizarse termina reforzando la idea de que su gestión se encuentra desgastada, aislada y alejada de la ciudadanía.

Mientras otros municipios avanzan con proyectos y gobernanza efectiva, Teoloyucan queda atrapado en las controversias impulsadas por un alcalde cuya prioridad parece ser el conflicto, no la solución.


Un alcalde que se distancia de su propio discurso

El caso ante el Tribunal Electoral terminó convirtiéndose en un espejo incómodo para Luis Domingo Zenteno. La decisión dejó al descubierto no solo lo endeble de su denuncia, sino también la incoherencia entre el discurso que alguna vez enarboló y las acciones que hoy lo definen.

En Teoloyucan, cada vez más personas coinciden en que Zenteno dejó de ser un símbolo contra el autoritarismo para convertirse en una figura que representa exactamente lo que antes combatía.

Un alcalde que prometió cambio…
y terminó ofreciendo más de lo mismo.

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