En México, la impunidad es uno de los mayores desafíos para el sistema judicial y, por ende, para la sociedad. Según el informe anual “Hallazgos” realizado por México Evalúa, un asombroso 93% de los casos criminales en el país quedan impunes. Esta cifra pone en evidencia una preocupante falla en el acceso a la justicia y la ineficiencia de las instituciones encargadas de la persecución de delitos.
Mariana Campos, directora de México Evalúa, se pronunció sobre la gravedad de la situación, destacando que la mayoría de las denuncias ni siquiera logran llegar al poder judicial. De acuerdo con los datos del informe, solo el 3.6% de los casos vinculados a proceso alcanzan una fase judicial formal, lo que implica que la gran mayoría se queda estancada en etapas preliminares.
Para Campos, esta situación refleja una “parálisis” en el sistema de justicia, la cual se traduce en una “falta de respuesta” ante la ciudadanía. Este estancamiento está directamente relacionado con serias limitaciones en el desempeño de las fiscalías y otras instituciones de procuración de justicia en el país. Las fiscalías, según el informe, no logran cumplir con su papel de llevar los casos a un resultado efectivo, lo que contribuye significativamente a la sensación de impunidad en la sociedad.
“La justicia enfrenta una parálisis y una falta de respuesta que deriva en un alto índice de impunidad”, destacó Campos, subrayando que esta problemática va más allá de números: afecta la percepción y la confianza de la ciudadanía en el sistema de justicia mexicano.
Uno de los puntos más importantes del informe de México Evalúa es la necesidad de adoptar un enfoque centrado en las víctimas. Según Campos, mejorar el acceso a la justicia y reducir la impunidad es posible si se coloca a las víctimas en el centro de los procesos. Este enfoque podría agilizar los procedimientos judiciales, ya que cada víctima tiene necesidades y expectativas diferentes en cuanto a la resolución de su caso.
Campos explicó que muchas personas no buscan necesariamente una sanción penal, sino que en algunos casos buscan una reparación del daño. “Cada persona requiere una forma distinta de justicia: algunos buscan una reparación del daño, otros la sanción de su victimario; escuchar a las víctimas ayudaría a agilizar los procesos”, comentó.
El informe de México Evalúa sugiere varias recomendaciones para mejorar el acceso a la justicia y reducir la impunidad:
- Fortalecer las fiscalías: Es necesario dotar a las fiscalías de mayores recursos y capacitación para que puedan cumplir su rol con eficiencia y asegurar que más casos lleguen a proceso judicial.
- Implementar un enfoque centrado en las víctimas: Escuchar y comprender las necesidades de las víctimas no solo es fundamental para mejorar el sistema judicial, sino que podría ayudar a reducir la impunidad y a agilizar los procesos.
- Monitoreo y evaluación constante: Realizar evaluaciones periódicas del desempeño de las fiscalías y otras instituciones del sistema de justicia es clave para detectar áreas de oportunidad y realizar mejoras.
- Modernización de procesos: Utilizar tecnologías y prácticas innovadoras en la administración de justicia podría mejorar la eficiencia del sistema judicial.
En conclusión, la alarmante cifra de impunidad en México, con un 93% de casos sin resolución, refleja un sistema judicial que requiere cambios profundos y una revisión estructural. El análisis de México Evalúa y las observaciones de Mariana Campos nos llevan a una conclusión clara: para que el sistema de justicia en México funcione, es fundamental un enfoque centrado en las víctimas y un fortalecimiento de las instituciones judiciales.
Es tiempo de que México emprenda reformas que garanticen un sistema de justicia accesible y eficiente, que recupere la confianza de la ciudadanía y promueva un entorno de seguridad y legalidad.