La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) enfrenta severas críticas por su manejo en la investigación de lo que fue denunciado como un crematorio clandestino. A pesar de que las autoridades descartaron la existencia del mismo, el activista Bryan LeBarón, junto a Ceci Flores, una reconocida buscadora de desaparecidos, argumentan que se violaron los procedimientos estandarizados para el manejo de restos óseos.
En una reciente entrevista con la periodista Azucena Uresti en Radio Fórmula, LeBarón expresó su descontento con la rapidez y falta de cuidado con la que el gobierno de la Ciudad de México, actualmente liderado por Martí Batres Guadarrama, gestionó la situación. Según él, el lugar donde supuestamente se encontraron cenizas humanas fue inadecuadamente resguardado, y los análisis pertinentes se realizaron con una prisa inverosímil.
“Los volúmenes de cenizas encontrados eran tan significativos que no cabrían en dos camionetas Ford Lobo, y sin embargo, las autoridades afirman haber analizado todo en menos de un día”, cuestionó LeBarón.
El conflicto surgió después de que Ceci Flores reportara el hallazgo de restos óseos el 30 de abril cerca del Volcán Xaltepec. Flores asegura haber enterrado nuevamente los restos para su recuperación al día siguiente, pero al volver, los restos habían desaparecido, y peritos de la fiscalía ya estaban en el lugar.
LeBarón y Flores planean llevar el caso a instancias internacionales, dado que consideran que la manipulación y desaparición de la evidencia impide una investigación adecuada y transparente. “Desaparecieron todo. Esto no se hace. Es una segunda desaparición para las víctimas”, lamentó LeBarón.
La zona, de difícil acceso por su inclinación pronunciada, según LeBarón, contrasta con las declaraciones de las autoridades que minimizan la gravedad y accesibilidad del sitio. Esto añade otra capa de controversia al caso, cuestionando no solo la veracidad de los hechos reportados por la Fiscalía, sino también su competencia y transparencia en la gestión de casos de tan alta sensibilidad.
Este incidente plantea serias preguntas sobre la efectividad de los protocolos de investigación en situaciones de hallazgo de restos humanos, especialmente en contextos donde las familias de desaparecidos claman por justicia y transparencia.