En un desgarrador caso que ha captado la atención del público, Marina Romanova, una madre rusa naturalizada mexicana, ha denunciado el “secuestro” de su hija, Kristina Vladimirovna Romanova, por parte de trabajadores del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal. Según la denuncia presentada por Marina, el incidente tuvo lugar en abril de 2024 en el Instituto España, una escuela ubicada en el Estado de México.
Marina Romanova ha señalado que su hija, Kristina, tiene la nacionalidad rusa, lo que implica que su madre tiene derechos consulares que no fueron respetados durante el proceso. La madre ha enviado tres cartas a la gobernadora Delfina Gómez solicitando ayuda para recuperar a su hija, pero ha recibido respuestas que, según ella, vinculan a Kristina con un delito de abuso sexual. Este giro en la situación ha provocado más incertidumbre y angustia en la madre, quien asegura que desde hace cinco meses, Kristina ha estado bajo la custodia de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.
Marina ha podido obtener imágenes del momento en que su hija fue sacada de la escuela. Estas imágenes, captadas por cámaras de seguridad de comercios cercanos, muestran cómo Kristina fue retirada de su entorno escolar sin el consentimiento de su madre. Esta evidencia visual ha sido clave en su búsqueda por justicia y en su denuncia ante las autoridades competentes.
Alerta de Desaparición
El 28 de septiembre, la Fiscalía del Estado de México emitió una alerta de desaparición, señalando que se desconoce el paradero de la joven. Este anuncio ha intensificado la búsqueda y la preocupación de la madre, así como de la comunidad, que se ha solidarizado con su causa.
Marina Romanova ha tomado medidas legales al demandar tanto al DIF como a la Fiscalía local. Su lucha por recuperar a Kristina ha resonado en redes sociales y medios de comunicación, donde ha solicitado el apoyo de la ciudadanía para que la ayuden a encontrar a su hija y a visibilizar su situación.
Este caso pone de relieve la importancia de proteger los derechos de los menores y de sus familias, así como la necesidad de un enfoque más humano y respetuoso por parte de las instituciones encargadas de su protección. La historia de Marina Romanova es un recordatorio de los desafíos que enfrentan muchas familias en situaciones similares y de la urgencia de una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
Notidex seguirá de cerca el desarrollo de esta historia, esperando que la situación de Kristina se resuelva pronto y que se respeten los derechos de todas las partes involucradas.