Plaga afecta a los árboles de Escandón y Roma en CDMX

Bosque de Chapultepec
Bosque de Chapultepec

En las colonias de Escandón y Roma de la Ciudad de México, así como en otras áreas de la ciudad, los fresnos enfrentan una amenaza silenciosa pero devastadora. Arboristas y vecinos han levantado la voz sobre una plaga que compromete seriamente la salud y la supervivencia de estos árboles vitales para el ecosistema urbano. La situación ha movilizado a comunidades y expertos hacia un diagnóstico conjunto y la búsqueda de soluciones inmediatas ante el gobierno local.

José Carlos Martínez, director de innovación de “Reforestamos México”, ha sido testigo, junto con reportes vecinales, del daño causado por la plaga conocida como Hylesinus aztecus, un diminuto escarabajo que se infiltra en los troncos de los fresnos, produciendo una resina amarilla que señala el deterioro del árbol. Este fenómeno no solo es alarmante por su impacto en la salud de los fresnos, sino también por lo que representa para la biodiversidad urbana de la Ciudad de México, donde uno de cada cuatro árboles es un fresno.

La causa de esta plaga puede atribuirse a factores ambientales adversos, como olas de calor prolongadas y el deterioro de la calidad del suelo, señala Edgar Ojeda Sotelo, ingeniero en restauración forestal y arborista certificado. El asfalto y la falta de riego adecuado han contribuido a un ambiente hostil para estos árboles, haciéndolos más susceptibles a enfermedades y plagas.

El escarabajo Hylesinus aztecus no solo debilita a los fresnos al alimentarse de su sistema vascular, sino que también propaga un hongo que acelera su muerte. La situación es crítica, pero aún hay tiempo para actuar gracias a la lenta progresión de la enfermedad. La estrategia de la comunidad, liderada por “Reforestamos México” y apoyada por la participación ciudadana, incluye la realización de un prediagnóstico y la creación de un frente común para solicitar intervenciones gubernamentales efectivas.

La colaboración entre vecinos, expertos y autoridades es esencial para prevenir la expansión de la plaga, que tiene el potencial de afectar a otros fresnos en un radio de hasta cinco kilómetros. La memoria de lo ocurrido con las palmeras de la ciudad, muchas de las cuales perecieron por falta de atención, refuerza la urgencia de esta iniciativa.

Este llamado a la acción no solo busca salvar a los fresnos de la Ciudad de México, sino también concienciar sobre la importancia de cuidar nuestro entorno natural urbano. La participación activa de la comunidad y el compromiso del gobierno son cruciales para enfrentar esta y futuras amenazas ambientales, garantizando así la preservación de nuestra biodiversidad urbana para generaciones futuras.