La candidata a la presidencia municipal de Cuautitlán por el partido Morena, Juanita Carrillo, junto con su equipo, fue víctima de una agresión la noche del miércoles 24 de abril. Tras una cena de trabajo, Carrillo y sus colaboradores fueron detenidos arbitrariamente y maltratados por policías municipales en un claro uso indebido de la autoridad. Este evento es una muestra de una práctica intimidatoria que se ha vuelto costumbre en el municipio, especialmente bajo la administración del actual alcalde con licencia, Aldo Ledezma Reyna, quien busca la reelección.
La acción, dirigida por el secretario del ayuntamiento y ejecutada por varias patrullas, duró más de una hora, terminando abruptamente sin ninguna explicación ni justificación legal. Este abuso de poder se alinea con un patrón establecido de hostigamiento hacia opositores políticos, una estrategia que ha escalado en los últimos años, particularmente durante la pasada elección estatal. La repetición de estos actos en el contexto actual sugiere una estrategia sucia por parte de Ledezma Reyna para socavar a Carrillo, percibida como una amenaza significativa a su campaña de reelección.
A pesar de haber solicitado una licencia, Ledezma Reyna parece continuar ejerciendo influencia a través de su equipo, dejando en claro que la persecución política es parte de su táctica para retener el poder. Este incidente ha levantado alarmas en la comunidad, generando preocupaciones serias sobre la presión que podría ejercerse en el proceso electoral y poniendo en duda el respeto por los principios democráticos en la región.
En respuesta, Juanita Carrillo ha mostrado una determinación inquebrantable. “Quieren infundir miedo, pero no les tenemos miedo”, afirmó, destacando su compromiso de revisar el procedimiento electoral y de presentar denuncias formales contra las intimidaciones sufridas. Su postura una firme defensa de la integridad democrática.
Además, Carrillo anunció su determinación de revisar el procedimiento electoral y declaró que presentará las denuncias correspondientes por esta intimidación antes del inicio formal de la campaña. La situación subraya la importancia de proteger la integridad de los procesos democráticos y garantizar un ambiente libre de violencia e intimidación política
La comunidad y los observadores deben estar alertas. Es crucial garantizar que el ambiente electoral permanezca libre de violencia y coacción, para proteger no solo a los candidatos sino el derecho de los ciudadanos a elegir libremente.