Las recientes olas de calor en México han sido especialmente intensas, llevando a muchos a buscar alivio en balnearios y piscinas públicas. Las altas temperaturas registradas en diversas regiones del país no solo son incómodas, sino que también pueden representar un riesgo para la salud. En este contexto, es crucial seguir ciertas recomendaciones para disfrutar de estos espacios de manera segura y saludable.
Prevenir enfermedades en las albercas públicas
Las albercas mal mantenidas pueden convertirse en focos de infecciones. Según la Coordinación Estatal de Protección Civil (PC), el agua contaminada es una preocupación importante, ya que puede causar diversas enfermedades, especialmente en niños y adultos mayores, quienes son más vulnerables. Asegurarse de que el balneario cumpla con las normas de higiene y seguridad es fundamental.
Para disfrutar de un día en el balneario sin contratiempos, sigue estas recomendaciones de Protección Civil:
Verificar la Seguridad del Recinto: Asegúrate de que el balneario tenga personal capacitado como salvavidas y que cumpla con las medidas de seguridad necesarias.
Protección contra el Sol: Evita la exposición prolongada al sol. Usa bloqueador solar, sombrero, lentes de sol, ropa fresca de colores claros, calzado ligero y una gorra.
Hidratación Adecuada: Bebe suficiente agua para mantenerte hidratado durante todo el día.
Supervisión de los Niños: Mantén a los niños bajo vigilancia constante para prevenir accidentes.
Esperar después de Comer: Espera al menos dos horas después de comer antes de meterte a nadar para evitar problemas digestivos.
Prevención de Insectos: Cubre los alimentos y bebidas para evitar el contacto con insectos. Además, es importante conocer la ubicación de los servicios de salud o emergencia más cercanos al balneario para actuar rápidamente en caso de cualquier incidente.
Enfermedades comunes en balnearios
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) advierten que nadar en aguas contaminadas puede resultar en infecciones. Una de las más comunes es la diarrea, que puede ser causada por el parásito Cryptosporidium. Este parásito es especialmente peligroso para personas con sistemas inmunológicos debilitados. Para evitar estas infecciones, los CDC recomiendan no tragar agua de la piscina y secarse bien los oídos después de nadar. Además, el cloro utilizado para desinfectar las piscinas y la exposición prolongada al sol pueden causar conjuntivitis e irritaciones oculares si se abren los ojos bajo el agua.
Prolongar el tiempo en el agua puede causar dermatitis, manifestada como ronchas, erupciones o ampollas en los folículos. Estas reacciones cutáneas suelen curarse solas sin necesidad de tratamiento.
Cómo prevenir las infecciones al estar en contacto con el agua
- Nadar con la boca cerrada para evitar tragar agua y usar gafas de buceo para proteger los ojos.
- No meterse al agua si se tiene conjuntivitis para evitar contaminar el entorno.
- Ducharse bien después de nadar para eliminar los restos de agua de la piscina y prevenir reacciones cutáneas.
- Las personas propensas a otitis deben evitar sumergir la cabeza y secar bien los oídos tras el baño.
- Asegurarse de que el agua de la piscina tenga niveles adecuados de cloro y bromo, y revisar los filtros periódicamente.
Las olas de calor en México pueden hacer que un día en el balneario parezca una excelente idea para refrescarse. Mantente hidratado, protege tu piel del sol y vigila a los niños en todo momento. Así, podrás disfrutar del agua y el sol con tranquilidad y seguridad.