El año 2025 se perfila como un punto de inflexión en el panorama laboral mexicano. Las reformas impulsadas recientemente buscan equilibrar la relación entre trabajadores y empleadores, promover la formalidad, y adaptar la legislación a los nuevos modelos de trabajo que surgieron tras la pandemia y la digitalización acelerada.
Nuevas disposiciones sobre teletrabajo y derecho a la desconexión
Una de las reformas más comentadas es la actualización del régimen de teletrabajo. La Ley Federal del Trabajo ahora exige que las empresas garanticen el derecho de los trabajadores a desconectarse digitalmente fuera del horario laboral, salvo situaciones de emergencia.
Esta medida busca combatir la sobreexplotación y los efectos del trabajo remoto sin límites. Desde una perspectiva jurídica, implica que las empresas deberán ajustar sus políticas internas, contratos y sistemas de control de jornada para evitar sanciones.
Incremento en la supervisión de la subcontratación
Las reformas de 2025 fortalecen la supervisión de los esquemas de outsourcing y subcontratación especializada, introduciendo nuevas obligaciones para los contratistas. Se exige una mayor transparencia ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y se refuerzan las sanciones en caso de simulación.
Como abogado, considero que este cambio busca consolidar el espíritu de las reformas de 2021, cerrando vacíos legales que aún permitían la evasión de responsabilidades patronales.
Protección ampliada a trabajadores de plataformas digitales
Por primera vez, se incorpora un marco regulatorio específico para repartidores y conductores de aplicaciones. La ley reconoce la relación laboral cuando existe subordinación o dependencia económica, otorgando acceso al IMSS, vacaciones, aguinaldo y otras prestaciones.
Esta medida representa un avance significativo hacia la formalización del empleo digital, aunque plantea retos técnicos y fiscales tanto para las plataformas como para las autoridades.
4. Incremento al salario mínimo y ajustes en prestaciones
El Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos ha anunciado un nuevo aumento progresivo al salario mínimo para 2025, acompañado de incentivos fiscales para las micro y pequeñas empresas.
El impacto económico de esta medida deberá evaluarse cuidadosamente: si bien mejora el poder adquisitivo, puede afectar la liquidez de los empleadores más pequeños si no se implementan políticas de acompañamiento.







