La famosa Pastelería La Esperanza, ubicada en la sucursal Hidalgo, a un costado de la Fiscalía Estatal, ha sido suspendida por la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de México (COPRISEM) debido a graves quejas de insalubridad. Los trabajadores del establecimiento confirmaron las deplorables condiciones en las que operaba la pastelería.
Falta de Higiene y Fumigaciones Infrecuentes
Según los empleados, la causa principal de la suspensión fue la presencia de cucarachas en el área de producción. Esta situación alarmante llevó a las autoridades sanitarias a intervenir y colocar sellos en las puertas de la pastelería.
“El problema es que todo el producto que ya se había hecho y quedado en esa sucursal se está repartiendo a la de Colón. Pasteles y todo lo que no se pudo vender se está distribuyendo a las demás sucursales,” declaró una trabajadora de la pastelería.
Los empleados señalaron que la falta de higiene se debe a la gran cantidad de productos que se elaboran diariamente, mientras que la fumigación de los establecimientos se realiza solo cada medio año. Esto ha resultado en la presencia no solo de cucarachas, sino también de hormigas.
“Las fumigaciones no son frecuentes; se realizan después de 4 a 6 meses. Así es posible que haya larvas, hormigas, gusanos, cucarachas y otros animales,” añadió otro trabajador.
Venta de Pasteles en Mal Estado
Otra preocupación mencionada por los empleados es la venta de pasteles en mal estado, especialmente durante la temporada de calor. Aquellos pasteles que contenían fruta eran los más propensos a descomponerse rápidamente. Además, el pan que no se vendía se embolsaba para su posterior venta, una práctica que pone en riesgo la salud de los consumidores.
A pesar de la clausura de la sucursal Hidalgo, los trabajadores confirmaron que la elaboración y distribución de pasteles continúan. Los productos son enviados a las sucursales de Paseo Colón y a la de Hidalgo esquina con Rayón, en el centro de Toluca.
¿Qué Medidas Tomará COPRISEM?
La situación en la Pastelería La Esperanza plantea serias preguntas sobre las prácticas de higiene y la responsabilidad de las empresas en garantizar la seguridad alimentaria. La COPRISEM deberá intensificar sus inspecciones y aplicar sanciones más severas para prevenir que situaciones similares ocurran en el futuro.
En conclusión, la clausura de la Pastelería La Esperanza en Toluca ha sacado a la luz serias deficiencias en las prácticas de higiene y manejo de alimentos. Las revelaciones de los empleados sobre la presencia de plagas, fumigaciones infrecuentes y la redistribución de productos en mal estado a otras sucursales destacan la necesidad urgente de una supervisión más estricta y regulaciones más rigurosas por parte de las autoridades sanitarias.
Este incidente no solo pone en riesgo la salud de los consumidores, sino que también afecta la reputación de una empresa que debe priorizar la seguridad alimentaria. La COPRISEM tiene la responsabilidad de asegurar que se tomen medidas correctivas adecuadas y que se mantenga un monitoreo constante para prevenir futuras violaciones sanitarias en los establecimientos de alimentos.