En las últimas semanas, una ola de denuncias ha surgido en redes sociales, acusando a las instituciones educativas UVM (Universidad del Valle de México) y Unitec (Universidad Tecnológica de México) de prácticas agresivas de telemarketing. Los afectados relatan una situación alarmante: reciben múltiples llamadas al día por parte de asesores educativos que insisten, de manera invasiva y reiterada, en promover los servicios de estas universidades.
Más de 20 llamadas diarias: una violación a la privacidad de los usuarios
Los denunciantes aseguran que las llamadas provienen de diversos números telefónicos, lo que dificulta el bloqueo y genera una constante molestia. Algunas personas afirman que han llegado a recibir hasta 20 llamadas en un solo día, en un claro ejemplo de acoso telefónico. Esto no solo representa una intromisión indebida en la vida personal de los usuarios, sino que también atenta contra su tranquilidad y bienestar mental.
“Es imposible bloquearlos. Cada vez que logro identificar un número, me llaman desde otro. Es una pesadilla. No sé cómo consiguieron mi número, pero he pedido en repetidas ocasiones que dejen de contactarme y no hacen caso”. comenta un usuario afectado.
Llamadas en horas inapropiadas: una falta de respeto a la vida privada
Uno de los aspectos más indignantes de esta situación es que las llamadas no se limitan a horarios comerciales. Según las denuncias, algunos usuarios han sido contactados incluso a altas horas de la noche. Hay reportes de personas que han recibido llamadas tan inoportunas como a la 1 de la madrugada, interrumpiendo su descanso y generando un profundo malestar.
“Recibí una llamada a la 1:30 de la madrugada, despertándome a mí y a mi familia. Es completamente inaceptable que estas instituciones crean que pueden invadir nuestra vida privada de esta manera”, explica otro de los afectados.
Asesores con actitud grosera y falta de profesionalismo
El abuso no termina con la frecuencia o el horario de las llamadas. Varios usuarios también han reportado que, al intentar rechazar las ofertas o solicitar que no se les vuelva a contactar, los asesores educativos de UVM y Unitec adoptan un tono grosero y poco profesional. Esta actitud solo agrava la situación, convirtiendo una simple llamada promocional en una experiencia sumamente desagradable para los destinatarios.
“Les dije que no estaba interesado en su oferta, y el asesor se puso agresivo. Me colgó de mala manera, algo que no esperaba de una institución educativa que se supone debe mostrar un alto nivel de ética y respeto”, comenta otro usuario.
Un problema que refleja una falta de regulación y control
La situación descrita es un claro ejemplo de cómo algunas instituciones educativas parecen anteponer sus intereses comerciales por encima del respeto a la privacidad y el bienestar de las personas. No solo se está vulnerando la tranquilidad de los usuarios, sino que además se está erosionando la reputación de estas universidades, que deberían ser referentes de integridad y responsabilidad.
Es importante que se tomen medidas inmediatas para frenar este tipo de acoso telefónico. Los usuarios tienen derecho a no ser molestados de manera constante e invasiva, y las empresas, incluyendo las instituciones educativas, deben cumplir con las normativas vigentes en cuanto al respeto de la privacidad.
¿Qué acciones se pueden tomar para detener el acoso?
Ante esta situación, es fundamental que los afectados conozcan sus derechos y las medidas que pueden tomar. En México, la Ley Federal de Protección al Consumidor establece que las empresas no pueden realizar llamadas promocionales sin el consentimiento expreso de los usuarios. Además, existen herramientas como el Registro Público para Evitar Publicidad (REPEP) que permite a los consumidores inscribirse y así evitar recibir llamadas de carácter publicitario.
La reputación de UVM y Unitec en juego
Este tipo de prácticas no solo perjudican a los usuarios, sino también a las mismas instituciones. El acoso telefónico constante y las actitudes groseras de los asesores no hacen más que manchar la reputación de UVM y Unitec, que deberían preocuparse por ofrecer una educación de calidad y respetar los derechos de los posibles estudiantes.
Si estas universidades no toman medidas inmediatas para detener este abuso, corren el riesgo de perder la confianza de los estudiantes y sus familias, quienes buscan instituciones que promuevan valores éticos y un trato respetuoso.
El acoso telefónico por parte de UVM y Unitec ha generado una oleada de descontento entre los usuarios que, lejos de considerar las ofertas educativas de estas instituciones, han terminado rechazándolas debido a las molestas e invasivas prácticas de telemarketing. Es urgente que se tomen medidas para proteger a los consumidores y que las instituciones implicadas rectifiquen su enfoque comercial antes de que este problema continúe escalando y dañando aún más su imagen pública.
Si eres una de las personas afectadas, te sugerimos registrar tu denuncia ante las autoridades competentes y buscar formas de proteger tu privacidad ante el abuso constante de estas llamadas no solicitadas. El respeto a los derechos de los usuarios debe ser una prioridad para cualquier empresa o institución, especialmente cuando se trata de universidades que pretenden ser un ejemplo de ética y profesionalismo.