El próximo año, la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) enfrentará un proceso crucial: la sucesión de su Rectoría. Este evento, de gran relevancia a nivel estatal, ha captado la atención de la comunidad universitaria y política. Sin embargo, la figura de Victorino Barrios, actual Titular del Órgano Interno de Control de la UAEMex, ha generado una notable polémica debido a su campaña anticipada y los posibles conflictos de interés que su candidatura implica.
La Promoción Controvertida de Barrios
Desde hace cuatro años, Victorino Barrios ha sido criticado por sus constantes esfuerzos de autopromoción, tanto en espacios públicos como privados. Utilizando su posición dentro del Órgano Interno de Control, Barrios ha llevado a cabo una campaña abierta, presumiendo de un supuesto apoyo de la Gobernadora, Mtra. Delfina Gómez Álvarez, lo cual ha sembrado dudas sobre la autonomía de la universidad y la integridad del proceso sucesorio.
Un Historial de Oportunismo
La trayectoria de Barrios en la UAEMex y su vínculo con figuras políticas de renombre, como el Senador Higinio y el Diputado Maurilio, han sido cuestionados. Su actual posición en la universidad no fue resultado de un reconocimiento a su labor, sino más bien un traslado desde la Contraloría de la Legislatura, donde ya no era requerido. Esta situación refleja un claro oportunismo que pone en tela de juicio sus verdaderas intenciones y capacidades para liderar una institución educativa de tal magnitud.
Conflictos Internos y Nerviosismo
La reciente entrada del Diputado Francisco Vázquez al escenario ha aumentado la presión sobre Victorino Barrios. Su recuerdo de la falta de apoyo del grupo Morena en 2015 ha exacerbado su nerviosismo, manifestándose en un trato desafortunado hacia sus colaboradores y una actitud defensiva constante. Estos comportamientos erráticos no solo afectan su imagen, sino que también generan un ambiente laboral tenso y poco propicio para el desarrollo académico.
Autonomía Universitaria en Juego
La UAEMex, como institución educativa, debe mantener su autonomía y alejarse de influencias políticas. La candidatura de Barrios, con sus claros conflictos de interés y uso indebido de su posición, representa una amenaza significativa para estos principios. Es fundamental que el proceso de sucesión sea llevado a cabo con transparencia y que los candidatos sean evaluados por sus méritos académicos y administrativos, y no por sus conexiones políticas.
La comunidad universitaria y la sociedad mexiquense deben estar alertas ante las maniobras políticas que intentan aprovecharse del proceso sucesorio de la UAEMex. La integridad de la universidad y su misión educativa no deben ser comprometidas por ambiciones personales. El próximo Rector o Rectora debe ser una figura que inspire confianza y respete la autonomía de la institución, garantizando un futuro prometedor para la UAEMex y sus estudiantes.
