Al menos cuatro barberías y estéticas en Toluca han reabierto sus puertas luego de que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) retirara los sellos de clausura impuestos durante el controvertido Operativo Atarraya. La reapertura ocurrió tras la difusión de videos que evidenciarían presuntas irregularidades por parte de los agentes encargados de la inspección.
Uno de los negocios afectados, la barbería El Catrín, ubicada en la comunidad de Santiago Miltepec, fue de los primeros en obtener luz verde para reanudar operaciones. Su propietario, Armando Esquivel, denunció en redes sociales la supuesta siembra de sustancias prohibidas en su local por parte de los inspectores.
“Fueron días de incertidumbre por la manera en que actuaron. Pero el lunes acudimos a la mesa de diálogo, expusimos nuestra situación y obtuvimos una respuesta favorable. El martes por la tarde me llamaron de la fiscalía y a las 08:00 de la noche ya habían retirado los sellos”, declaró Esquivel.
Otras tres barberías también fueron reabiertas, entre ellas una en colonia Centro y otra en la zona del Seminario.
Las protestas y los videos publicados generaron una fuerte reacción dentro de la FGJEM, que anunció una investigación sobre los agentes implicados. Hasta el momento, dos funcionarios han sido separados del cargo por presuntas irregularidades en los operativos.
El Operativo Atarraya inspeccionó un total de 404 barberías y estéticas en el Estado de México, de las cuales 312 fueron clausuradas por presuntos vínculos con actividades ilícitas. Sin embargo, la fiscalía reconoció que cuatro casos documentados en video han revelado anomalías en los procedimientos, lo que ha puesto en tela de juicio la transparencia de las inspecciones.
Armando Esquivel enfatizó que es crucial diferenciar entre negocios lícitos y aquellos con vínculos delictivos.
“El gremio se ha visto afectado porque, de cada 100 barberías, tal vez 10 actúen de forma indebida. Pero por esas pocas, todos terminamos pagando las consecuencias”, explicó.
A raíz de estos acontecimientos, empresarios del sector han comenzado a trabajar en medidas para profesionalizar la industria, incluyendo regulaciones internas como la prohibición del consumo de alcohol y sustancias dentro de los locales, así como establecer una imagen más formal.
Otro de los puntos clave es la regularización de los negocios. Algunos de los afectados mencionaron que estaban en proceso de obtener sus permisos, lo que generó confusión sobre las verdaderas razones de los cierres.
A pesar de la reapertura de los negocios, los afectados lamentan que la fiscalía no haya ofrecido una disculpa oficial por los errores cometidos durante los operativos.
“No ha habido un ‘usted disculpe’. Solo retiraron los sellos y nos dejaron operar de nuevo. No creo que vayan a ofrecer una disculpa”, mencionó Esquivel.
El empresario también hizo un llamado a las autoridades para que enfoquen sus operativos en los negocios que realmente operan de manera irregular y permitan a quienes cumplen con la ley seguir trabajando en paz.
Mientras la FGJEM mantiene abiertas las investigaciones sobre los abusos de autoridad detectados en el Operativo Atarraya, la incertidumbre persiste entre los propietarios de barberías y estéticas del Estado de México. Sin embargo, el gremio ha comenzado un proceso de reorganización para fortalecer su imagen y evitar futuras afectaciones por parte de las autoridades.
En conclusión, el caso sigue en desarrollo y la comunidad empresarial de Toluca espera que las reformas propuestas permitan un sector más regulado, seguro y transparente para trabajadores y clientes.
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