El cultivo intensivo de papa en zonas aledañas al Nevado de Toluca está provocando una preocupante degradación ambiental. La sustitución de áreas forestales por sembradíos agrícolas, particularmente en comunidades como San Juan de las Huertas y Calimaya, genera erosión del suelo, impide la regeneración de los bosques y afecta directamente la recarga de los mantos acuíferos que abastecen a Toluca.
Expertos en ciencias ambientales han advertido que la expansión agrícola no controlada en esta Área Natural Protegida pone en riesgo el equilibrio hídrico de toda la región. Rubén López Cano, fundador del Colegio Profesional de las Ciencias Biológicas del Estado de México, explicó que los terrenos agrícolas han desplazado ecosistemas boscosos clave para la conservación del agua y la biodiversidad.
“El daño ya es evidente. El cambio de uso de suelo para sembrar papa está provocando erosión, lo que a su vez impide que los árboles se regeneren y que el agua de lluvia se filtre correctamente hacia los mantos freáticos”, afirmó.
En los últimos meses, se ha documentado la presencia de cultivos en áreas reforestadas, donde anteriormente se llevaban a cabo esfuerzos para recuperar el ecosistema del volcán Xinantécatl. Las comunidades locales, que habían emprendido jornadas de reforestación, ahora se ven confrontadas con la expansión de la agricultura intensiva.
El doctor en Ciencias, Salomón Magno Araujo, denunció que estas prácticas agrícolas “ponen en jaque la regeneración hídrica” y representan una amenaza directa al ecosistema forestal. Coincidiendo con esta postura, López Cano alertó que “las tierras que fueron restauradas mediante reforestación están siendo nuevamente degradadas por la presión agrícola”.
Además del cambio de uso de suelo, la práctica de quemas agrícolas no reguladas ha intensificado los incendios forestales en las faldas del Nevado de Toluca. Estas quemas, supuestamente orientadas a regenerar pastizales, han debilitado la cobertura forestal, facilitado la propagación de plagas y empeorado la salud del bosque.
Tanto Magno Araujo como López Cano coincidieron en que el interés económico de algunos productores está por encima del bienestar ambiental.
“A ellos solo les importa vender. No les interesa que los mantos acuíferos se estén agotando”, sentenció Magno.
Ambos especialistas aseguran que han intentado dialogar con los agricultores para fomentar prácticas más sostenibles, pero se han encontrado con una fuerte resistencia al cambio.
López Cano hizo un llamado urgente a las autoridades y a los actores del sector agrícola para implementar soluciones sostenibles que frenen el deterioro ambiental. “Necesitamos trabajar en conjunto con técnicos, científicos y gobiernos para capacitar a los productores y ofrecer alternativas viables”, señaló.
En conclusión, mientras persista la expansión de cultivos intensivos en áreas protegidas, la restauración integral del Nevado de Toluca será inviable.