En un reciente suceso que ha generado gran preocupación, un menor fue sorprendido mientras conducía un autobús en el Boulevard Isidro Fabela, ubicado en la colonia Los Ángeles de Toluca, Estado de México. Este incidente, que pone en evidencia una grave irregularidad en la operación del transporte público, llevó a la detención del menor y a la inmediata intervención de las autoridades correspondientes.
El hecho ocurrió cuando elementos de la Dirección de Tránsito y Vialidad de Toluca, en colaboración con la Secretaría de Movilidad (SEMOV), detuvieron la unidad de transporte público, que portaba las placas de circulación A54264-E. El autobús, que cubría la ruta de San Pablo Autopan a la Terminal de Autobuses en la Ciudad de Toluca, fue encontrado bajo la conducción de Brandon “N”, un menor de edad que en el momento de la detención manifestó que era él quien estaba al mando del vehículo.
El menor viajaba junto con el operador oficial del autobús, quien, según las declaraciones de Brandon, también se encontraba a bordo. Sin embargo, la situación fue suficiente para que las autoridades actuaran de inmediato para salvaguardar la seguridad de los usuarios, peatones y automovilistas, que podrían haberse visto expuestos a un peligro inminente debido a la falta de experiencia y habilidades necesarias para operar una unidad de transporte de esta magnitud.
Tras la detención del menor, la Secretaría de Movilidad (SEMOV) confirmó que se inició un procedimiento administrativo en contra de la empresa de transporte público involucrada, la Compañía Transportista de Toluca, S.A. de C.V. (CTTSA). Además, se determinó que el operador del autobús también será sujeto a sanciones por su presunta responsabilidad en el incidente, al permitir que un menor de edad estuviera a cargo de la unidad de transporte.
El objetivo de estas acciones es garantizar la seguridad vial en la ciudad y prevenir que situaciones similares se repitan en el futuro. La SEMOV reiteró su compromiso con la seguridad en el transporte público, asegurando que tomarán las medidas necesarias para sancionar a los responsables y prevenir que menores de edad sean involucrados en la conducción de vehículos públicos.
Este incidente ha puesto en evidencia serias fallas en el control y supervisión del personal que opera las unidades de transporte público en la ciudad. La presencia de un menor al volante no solo representa un riesgo para la seguridad vial, sino que también expone la falta de una adecuada capacitación y regulación dentro de las empresas de transporte.
El caso ha generado una fuerte indignación entre la población, quienes exigen más estrictas medidas de supervisión para evitar que personas no aptas para conducir, como menores de edad, continúen operando unidades que transportan a miles de personas diariamente. Los ciudadanos esperan que las autoridades intensifiquen los esfuerzos para regularizar el funcionamiento de las empresas de transporte público y garantizar que todos los conductores sean adultos responsables y capacitados.
De acuerdo con las normativas de tránsito y seguridad vial, operar un autobús es una tarea que requiere experiencia y formación específica. Permitir que un menor conduzca un vehículo público no solo es ilegal, sino que constituye una violación grave a las leyes de tránsito y seguridad.
La SEMOV ya ha comenzado un proceso administrativo que podría resultar en fuertes sanciones económicas para la empresa CTTSA, además de otras medidas disciplinarias que podrían incluir la suspensión temporal o incluso la revocación de su licencia para operar si se determina que hubo negligencia en sus procesos de contratación y supervisión. Por su parte, el operador que permitió que el menor condujera la unidad también enfrentará consecuencias legales por su irresponsabilidad.
En conclusión, este incidente en Toluca subraya la importancia de la vigilancia y regulación constante en el sector del transporte público. Las autoridades deben implementar controles más estrictos para evitar que situaciones de esta índole ocurran nuevamente. Al mismo tiempo, las empresas de transporte tienen la responsabilidad de garantizar que sus conductores estén debidamente capacitados y sean mayores de edad, para asegurar un servicio seguro y confiable para todos los usuarios.