Ambulantes en Toluca: Desafíos en la recuperación de espacios públicos y la seguridad

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El comercio ambulante ha sido un tema recurrente en las calles de Toluca, especialmente en puntos neurálgicos como la calle López Rayón, esquina con Santos Degollado, donde hace seis meses se implementó un operativo de seguridad con el objetivo de retirar a los vendedores informales y recuperar los espacios públicos del centro de la ciudad. Aunque la acción inicial parecía prometedora, la presencia de ambulantes ha vuelto a ser una realidad en este sector, lo que pone de manifiesto la dificultad para aplicar una regulación efectiva.

En diciembre de 2024, las autoridades locales pusieron en marcha un operativo de seguridad que involucró a 150 elementos, incluyendo 50 de la Policía Estatal y 100 de la Policía Municipal. Este esfuerzo, coordinado por la Dirección de Seguridad Pública y la Gobernación de Toluca, buscaba hacer cumplir el Bando Municipal que prohíbe el comercio informal en las calles de la capital mexiquense.

Durante los primeros días del operativo, los transeúntes y comerciantes establecidos notaron una presencia significativa de oficiales, quienes contaban con equipos antimotín para controlar la situación. La presencia de los uniformados era evidente, y muchos de los residentes del área observaron el esfuerzo por recuperar el espacio público que había sido invadido por vendedores ambulantes.

Sin embargo, la efectividad de la medida se vio comprometida con el tiempo. Según reportes de locatarios que operan en la zona, al inicio de 2025 la presencia de elementos de seguridad se redujo considerablemente. Los comerciantes señalaron que, si bien los primeros días contaron con la vigilancia de decenas de uniformados, gradualmente el número de policías disminuyó, y finalmente desaparecieron casi por completo de la zona. Esto generó un vacío de autoridad que permitió a los vendedores ambulantes retornar a sus lugares habituales, como el cruce que conduce al Mercado 16 de Septiembre.

La falta de regulación ha permitido que el comercio informal resurja con fuerza en la zona. Los ambulantes han vuelto a ofrecer productos como frutas, verduras, ropa y alimentos, en su mayoría comida chatarra, como papas, jugos, refrescos y golosinas. Esta situación no solo afecta la imagen del centro de Toluca, sino que también plantea riesgos para la salud pública, especialmente en las inmediaciones de escuelas y áreas de alto tránsito.

Los comerciantes establecidos, que operan de manera legal en la zona, se ven obligados a competir con los vendedores informales que no siguen las normativas de sanidad ni las regulaciones municipales. Esta competencia desleal perjudica la economía de los negocios que respetan las reglas y afecta la calidad de los productos que se venden en la ciudad.

Además del regreso del comercio ambulante, otro aspecto preocupante es la ocupación de espacios que antes eran utilizados para el comercio, pero que ahora han sido convertidos en cajones de estacionamiento. Vecinos de la zona, como uno de los residentes cercanos a la esquina de Santos Degollado y López Rayón, comentaron que, en lugar de puestos de venta, ahora se encuentran vehículos estacionados por parte de los locatarios o habitantes de la zona. Esto no solo afecta la circulación y el orden público, sino que también reduce los espacios destinados al comercio formal y al esparcimiento de los ciudadanos.

La situación de los ambulantes en el centro de Toluca subraya la necesidad de una regulación efectiva y sostenible que permita equilibrar los intereses de los vendedores informales, los comerciantes establecidos y la comunidad en general. A pesar de los esfuerzos iniciales por parte de las autoridades locales, el regreso de los ambulantes demuestra que la vigilancia y las medidas de seguridad deben ser constantes y de largo plazo para garantizar el orden en las calles.

Además, la regulación solo será verdaderamente eficaz si la ciudadanía deja de comprar productos en las calles. Sin una disminución en la demanda, los ambulantes seguirán encontrando incentivos para operar de manera informal y sin control.

En conclusión, el regreso de los ambulantes al centro de Toluca pone en evidencia los retos que enfrentan las autoridades locales para mantener el orden y recuperar los espacios públicos. Si bien los operativos de seguridad iniciales fueron efectivos, su disminución con el tiempo ha permitido que el comercio informal retome fuerza en la zona. Para que la regulación sea efectiva, es fundamental que exista una presencia constante de seguridad y un compromiso de la comunidad para no apoyar este tipo de actividades informales. Solo con una estrategia integral se podrá garantizar la recuperación de los espacios públicos y el bienestar de los habitantes de Toluca.

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