El Panteón de La Soledad en Toluca enfrenta un grave problema que pone en riesgo la seguridad de los visitantes y la integridad de las tumbas. A pesar de que en 2017 se diagnosticó la necesidad de derribar una gran parte del arbolado debido a plagas y árboles muertos, las autoridades no tomaron medidas, y ahora, el 40% de los árboles existentes debe ser retirado para evitar posibles accidentes.
El problema del arbolado en el Panteón de La Soledad no es reciente. Según el técnico arborista Fermín Molina López, las autoridades municipales solicitaron un diagnóstico del estado de los árboles del cementerio tras una tromba ocurrida en octubre de 2017. Molina López supervisó solo una parte del lugar y marcó al menos una docena de árboles que debían ser derribados por representar un riesgo inminente. Estos árboles estaban gravemente afectados por plagas que prácticamente los habían devorado, debilitando su estructura y aumentando el riesgo de caída.
Sin embargo, desde ese diagnóstico inicial, no se ha llevado a cabo ninguna acción concreta para solucionar el problema. A día de hoy, Molina López estima que al menos el 40% de los árboles del panteón presenta un riesgo significativo y deben ser retirados para evitar accidentes.
En el cementerio, hay enormes eucaliptos y cedros blancos que ya están muertos y que, además de no ofrecer ningún servicio ambiental, representan un peligro para quienes visitan el lugar. El pasado fin de semana, un árbol cayó y dañó varias tumbas, lo que subraya la urgencia de tomar medidas preventivas.
“El fin de semana pasado, recibí el reporte de un árbol que se cayó y dañó algunas tumbas. Afortunadamente, ya fue retirado por el personal del cementerio”, explicó Molina López. Este incidente debería ser una llamada de atención para que las autoridades locales actúen con prontitud.
El especialista recomienda que es urgente realizar un nuevo diagnóstico con expertos en el tema para determinar qué árboles representan un riesgo inmediato. “Es necesario evaluar nuevamente el estado del arbolado, identificar los árboles en riesgo y proceder con su derribo”, afirmó.
Además, Molina López sugiere emprender una campaña de reforestación con árboles urbanos como el trueno rojo o el liquidámbar, e incluso árboles frutales, que puedan sustituir a los árboles que deben ser removidos. Esto no solo mejoraría la seguridad del lugar, sino que también contribuiría a mantener un equilibrio ambiental adecuado.
La preocupación aumenta con la llegada del Día de Muertos, cuando muchas personas acuden al cementerio a visitar a sus seres queridos. “Hay muchos árboles que están muertos y en riesgo de venirse abajo. Esperemos que no sea así, pero valdría la pena prevenir ante las fechas que se avecinan”, aseveró Molina López. La falta de acción por parte de las autoridades municipales desde 2017 es lamentable, especialmente cuando se trata de la seguridad de las personas.
En conclusión, es crucial que las autoridades del municipio de Toluca tomen cartas en el asunto para evitar tragedias en el Panteón de La Soledad. La falta de atención a los informes de expertos y la inacción ante un riesgo evidente ponen en peligro tanto a los visitantes como a la infraestructura del cementerio. Un nuevo diagnóstico, la remoción de árboles peligrosos y una campaña de reforestación son medidas necesarias e inmediatas para asegurar un entorno seguro y respetuoso en este espacio tan significativo para la comunidad.
La situación en el Panteón de La Soledad es un recordatorio de la importancia de la gestión adecuada de los espacios públicos y la necesidad de atender los problemas ambientales con la seriedad que merecen. Las autoridades deben actuar con rapidez para proteger tanto a los visitantes como al patrimonio del cementerio, antes de que ocurra una tragedia mayor.
