Ciclovía de Isidro Fabela enfrenta abandono, invasiones y problemas de operación

Ciclivía-Isidro Fabela-Problemas-Invasión
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Lo que nació como un proyecto de movilidad sustentable para garantizar un desplazamiento seguro a ciclistas en la avenida Isidro Fabela hoy enfrenta un escenario adverso. La ciclovía, diseñada como un carril confinado y protegido, presenta invasiones constantes, daños visibles en su infraestructura y una ausencia prolongada de vigilancia por parte de las autoridades competentes.

Un recorrido por esta vialidad estratégica del norte de Toluca revela que el espacio destinado a bicicletas ha sido ocupado por vendedores ambulantes, comercios establecidos y peatones que transitan diariamente desde la terminal de autobuses o residen en la zona. En distintos tramos, los postes delimitadores que separaban la ciclovía del flujo vehicular han desaparecido o se encuentran severamente dañados, reduciendo la seguridad del trayecto.

De acuerdo con testimonios de trabajadores del transporte público, la retirada de estos elementos coincidió con temporadas de alta actividad comercial, como las festividades decembrinas. Durante esos periodos, camionetas de venta y puestos semifijos se instalaron sobre el carril ciclista, lo que derivó en la remoción de la infraestructura para facilitar la operación de los comerciantes.

Además del comercio informal, negocios establecidos han extendido su actividad hacia banquetas y zonas de la ciclovía, provocando un deterioro progresivo del proyecto. Postes doblados, señalización incompleta y tramos sin delimitación son ahora parte del paisaje urbano en Isidro Fabela.

La falta de presencia de la Secretaría de Movilidad y de operativos de supervisión ha sido señalada como uno de los principales factores que agravan el problema. Transportistas y vecinos coinciden en que la ausencia de autoridad ha permitido que estas prácticas se normalicen.

La ciclovía de Isidro Fabela comenzó a instalarse el 4 de octubre, en medio de protestas de comerciantes y con un fuerte despliegue de seguridad municipal. La obra debía ejecutarse en tiempo limitado para asegurar el uso de recursos públicos, cuya inversión rondó los 17 millones de pesos.

La primera etapa del proyecto comprendió el tramo de Paseo Tollocan a avenida Solidaridad Las Torres, con el objetivo de beneficiar a más de dos mil ciclistas y reducir los accidentes viales. Posteriormente, el 23 de junio, se puso en marcha una segunda fase, destacando la importancia de esta avenida como eje de conexión entre el norte y el sur de la ciudad, así como con zonas industriales.

Usuarios frecuentes del bicicarril aseguran que la presencia de ambulantes, autos particulares y taxis colectivos ha vuelto prácticamente inutilizable la ciclovía. Algunos vehículos utilizan el carril como zona de estacionamiento o base de operación, obligando a los ciclistas a incorporarse al tránsito vehicular, con el consecuente riesgo a su integridad.

Los ciclistas han solicitado de manera reiterada la implementación de operativos permanentes que garanticen el respeto al espacio destinado a la movilidad no motorizada, así como la recuperación de la infraestructura retirada o dañada.

La situación actual de la ciclovía de Isidro Fabela pone en entredicho la funcionalidad de un proyecto que buscaba mejorar la movilidad urbana y fomentar el uso de la bicicleta en Toluca. Sin vigilancia, sin mantenimiento y sin orden en el uso del espacio público, el bicicarril corre el riesgo de convertirse en un proyecto fallido.

En conclusión, para que esta infraestructura cumpla su objetivo, ciudadanos y usuarios coinciden en que es indispensable una intervención inmediata de las autoridades de Movilidad, con acciones que regulen el comercio informal, sancionen el estacionamiento indebido y restituyan los elementos de seguridad retirados.

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