En medio del trajín de sirenas, ambulancias y llamados de emergencia, un singular integrante de cuatro patas se ha ganado un lugar especial en la Cruz Roja Mexicana de Toluca. Se trata de Cruzberto, un carismático gato naranja que, con apenas ocho meses de edad, ya es considerado por todos como un compañero invaluable en esta institución humanitaria.
Aunque no lleva gafete ni uniforme reglamentario, Cruzberto luce con orgullo una pequeña camiseta roja con el emblema de la Cruz Roja y su nombre bordado. Su llegada fue totalmente inesperada: simplemente apareció en las instalaciones y, desde entonces, no se ha ido. El personal, cautivado por su ternura y actitud sociable, lo adoptó de inmediato.
“Desde el primer día asumió su rol de manera natural. Hoy ya es parte del equipo”, comenta Miguel García, coordinador de Socorros.

Cruzberto comienza su jornada a las 7 de la mañana. Desayuna, recibe caricias de los alumnos y luego inicia sus recorridos por las instalaciones. Se le puede ver trepado en ambulancias, rondando los salones o acompañando a los voluntarios en sus labores. Su presencia constante lo ha hecho merecedor de títulos simbólicos como “supervisor”, “operador telefónico” y “paramédico honorario”.
Durante las noches, descansa junto a los operadores nocturnos.
“Él sí duerme, nosotros seguimos de guardia, pero nos acompaña. Es como tener un amigo fiel”, comparten los trabajadores.
En un entorno donde el estrés, la tensión y el cansancio son frecuentes, la presencia de un animal puede marcar la diferencia emocional. Cruzberto se ha convertido en un gato de apoyo emocional, brindando alivio con su sola compañía. Médicos, voluntarios, alumnos y visitantes lo acarician, lo saludan y, en muchos casos, encuentran en él una pausa de ternura en medio del caos.
Expertos y estudios, como los de Purina, han señalado que la convivencia con mascotas en espacios laborales puede reducir el estrés, combatir la ansiedad y fortalecer el bienestar emocional. Aunque los gatos suelen ser vistos como más independientes que los perros, sus cualidades como la calma, la sensibilidad y la calidez los hacen ideales para contextos donde el equilibrio emocional es fundamental.
Cruzberto es prueba viviente de ello. Su cercanía genera sonrisas, relaja tensiones y ha fortalecido los lazos dentro del equipo.
El peculiar nombre del minino fue elegido por el presidente de la Cruz Roja Toluca-Metepec, Mario Vázquez, quien explicó que es una mezcla entre “Cruz”, en referencia a la institución, y “Beto”, como apodo afectuoso.
Hoy, este gato símbolo de empatía, se ha convertido en el rostro amable de la sede en Toluca. Su historia continúa creciendo, inspirando a otras instituciones a considerar el valor emocional que puede aportar una mascota dentro del equipo humano.