El peso mexicano sufrió un retroceso frente al dólar estadounidense durante la apertura de mercados este viernes 27 de diciembre, posicionándose como la tercera moneda de países emergentes con mayores pérdidas frente al dólar. Este movimiento ocurre en un contexto marcado por débiles datos económicos en China y Japón, lo que ha impactado los mercados globales.
El dólar estadounidense inició la jornada con una cotización promedio de 20.34 pesos mexicanos, lo que representó un cambio del 0.5% respecto a los 20.24 pesos del cierre previo. A lo largo de la semana, la moneda estadounidense registró un aumento acumulado del 1.45%, consolidando una tendencia al alza que desde hace un año mantiene un incremento del 18.39%.
Durante las últimas dos sesiones, el dólar ha mostrado un comportamiento positivo. Sin embargo, la volatilidad reciente es menor en comparación con los movimientos registrados durante el último año, lo que apunta a un mercado relativamente más estable en términos de fluctuaciones diarias.
El Banco de México (Banxico) prevé que el tipo de cambio para 2024 oscilará entre 17.68 y 18.67 pesos por dólar. Este pronóstico refleja un enfoque conservador tras el inesperado fortalecimiento del peso en 2023, cuando rompió la barrera de los 17 pesos por dólar, algo que no ocurría desde hace ocho años.
En términos de inflación, Banxico proyecta una tendencia a la baja. Desde su pico histórico del 8.7% a finales de 2022, se espera que alcance un promedio del 4.02% en 2024. No obstante, el objetivo de una inflación del 3% aún parece lejano.
Por otro lado, el crecimiento económico de México se espera que sea moderado, con un Producto Interno Bruto (PIB) proyectado en 2.29% para 2024. Este crecimiento refleja los retos que enfrenta la economía mexicana ante factores internos y externos.
El peso mexicano no solo es la moneda oficial de México, sino también una de las divisas más importantes a nivel mundial. Es la decimoquinta moneda más negociada en el mundo y lidera en América Latina como la más comercializada, por delante de muchas monedas emergentes. En el continente, ocupa el tercer lugar detrás del dólar estadounidense y el dólar canadiense.
Desde 1993, el peso utiliza la abreviación MXN para distinguirlo de su versión anterior (MXP). Su diseño incluye monedas semicirculares con el escudo nacional y billetes que abarcan denominaciones desde 20 hasta 1,000 pesos.
El retroceso del peso frente al dólar y su lugar como la tercera moneda emergente con mayores pérdidas reflejan tanto factores globales como internos. La economía mexicana continúa mostrando contrastes: mientras las previsiones de inflación mejoran, el crecimiento del PIB sigue siendo limitado. Además, los datos económicos débiles en potencias como China y Japón también afectan el panorama global, incidiendo en los mercados emergentes.
A medida que avanza 2024, el peso mexicano enfrentará nuevos retos y oportunidades. Su desempeño dependerá tanto de la estabilidad económica global como de las políticas internas que aseguren un entorno favorable para el desarrollo económico y la inversión.
En conclusión, el peso mexicano, aunque ha retrocedido frente al dólar en esta jornada, mantiene su relevancia en el ámbito global y regional. Con pronósticos moderados pero positivos por parte de Banxico, 2024 será un año clave para evaluar su estabilidad y su capacidad para superar los retos económicos que se avecinan.