El transporte público y los cruces peatonales en Toluca se han convertido en zonas de alto riesgo para estudiantes y trabajadores. En especial, la capital mexiquense enfrenta una ola de asaltos cometidos por delincuentes y motorratones, quienes operan principalmente entre las 06:00 y 08:00 horas, así como entre las 18:00 y 20:00 horas.
Uno de los puntos con mayor incidencia delictiva es el Puente de Crisa, ubicado en Paseo Tollocan. Su ubicación estratégica y la alta afluencia de peatones lo convierten en un punto crítico para la seguridad. De acuerdo con la Policía Estatal, los delincuentes aprovechan la falta de vigilancia para despojar de sus pertenencias a los transeúntes.
La extensión de Paseo Tollocan, que cruza municipios como San Mateo Atenco, Metepec y Toluca, facilita la movilidad de los delincuentes, permitiéndoles huir rápidamente después de cometer sus crímenes.
Otro punto de alto riesgo son los bajopuentes de la avenida Alfredo del Mazo. La falta de iluminación y seguridad ha propiciado el aumento de robos en la zona. A esto se suma la presencia de indigentes que han establecido viviendas improvisadas, generando temor entre los peatones.
Las calles del centro de Toluca también han sido testigos de una creciente actividad delictiva, especialmente por parte de los llamados motorratones. Estos delincuentes utilizan motocicletas para realizar robos exprés y huir rápidamente entre el tráfico y la multitud.
El alto flujo de personas y la actividad comercial hacen de esta zona un blanco fácil para los asaltantes, afectando tanto a residentes como a turistas.
Los paraderos de transporte público en la avenida Revolución, en las localidades de San Cristóbal Huichochitlán y San Andrés Cuexcontitlán, se han convertido en puntos críticos de inseguridad.
Usuarios del transporte público han denunciado asaltos recurrentes, principalmente en las primeras horas de la mañana y al anochecer, momentos en los que la presencia policial es escasa y la visibilidad es reducida.
Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, publicada en enero de 2025, la percepción de inseguridad en Toluca alcanzó el 74.6% en diciembre de 2024. Aunque este dato representa una reducción de 6 puntos porcentuales respecto a diciembre de 2023, la sensación de vulnerabilidad sigue siendo alta, especialmente en vías públicas y transporte público.
Toluca se ha consolidado como el municipio más peligroso para los transeúntes, en 2024, la ciudad registró más de 1,000 asaltos a peatones, superando a otros municipios de la región.
Además, datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan que tan solo en enero de 2025 se abrieron 299 carpetas de investigación por robo con violencia en Toluca:
- 211 casos de robo a transeúnte
- 33 casos de robo a transporte público
No obstante, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) reconoce que muchos de estos delitos no son denunciados, lo que podría elevar aún más las cifras reales.
Vecinos de Rancho La Mora han denunciado una ola de robos en la zona y la falta de respuesta por parte de la policía municipal. A pesar de contar con un módulo de seguridad a tan solo dos cuadras, los oficiales no han acudido a los llamados de auxilio, lo que ha generado un clima de incertidumbre y desconfianza entre los habitantes.
En conclusión, la creciente inseguridad en Toluca, especialmente en zonas como Paseo Tollocan, el centro de Toluca y los bajopuentes de Alfredo del Mazo, representa una amenaza constante para los ciudadanos. Aunque las estadísticas muestran una leve mejoría en la percepción de seguridad, los hechos evidencian la urgencia de reforzar la vigilancia y mejorar la iluminación en estos puntos críticos.