En el Estado de México, la situación del suicidio se ha convertido en una problemática alarmante. Durante el 2023, se registraron un total de 1,105 suicidios, lo que representa un incremento de 121 casos en comparación con el año anterior, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este aumento ha encendido las alarmas entre las autoridades, especialmente en municipios como Toluca, donde se reporta al menos un caso semanal, de acuerdo con el Ayuntamiento local.
La Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica revela que hasta el 30% de la población padece algún trastorno mental, y entre el 1% y el 2% ha intentado suicidarse en algún momento. Ante este panorama, el alcalde de Toluca, Juan Maccise, ha impulsado políticas públicas a través del DIF local, enfocadas en la salud mental. Durante el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, Maccise destacó la importancia de reforzar las acciones en esta área:
“Me preocupa profundamente. He solicitado que se intensifiquen los esfuerzos, llevando a cabo pláticas y talleres para jóvenes, ya que es un tema grave que afecta tanto en los hogares como en los espacios públicos,” afirmó el alcalde.
El Valle de Toluca ha sido escenario de varios incidentes en lugares públicos. Entre enero y agosto de 2023, se reportaron casos en parques y puentes peatonales, lo que subraya la gravedad de la situación y la necesidad de intervención inmediata.
Los trastornos mentales como la depresión y la ansiedad han alcanzado niveles preocupantes en el Estado de México. Según el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, en 2022 se diagnosticaron 14,209 casos de depresión, con una mayor prevalencia en mujeres. Este tipo de trastornos, si no se tratan a tiempo, pueden llevar a desarrollar adicciones o, en los peores casos, al suicidio.
Las estadísticas del INEGI también revelan que la mayoría de los suicidios en México ocurren entre jóvenes de 15 a 34 años, siendo las principales causas de muerte “ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación”, que representan el 85.1% de los casos.
El alcalde de Toluca ha implementado medidas para evitar que el alcohol llegue a manos de los menores, clausurando más de 100 establecimientos clandestinos. Esto se debe a que el consumo de alcohol, junto con la depresión, puede incrementar el riesgo de suicidio. Enrique, miembro de Alcohólicos Anónimos por 17 años, destaca la relación entre las adicciones y los problemas de salud mental:
“Las adicciones suelen ser una vía de escape ante situaciones de violencia o disfunción familiar. Si no se atienden a tiempo, estas enfermedades mentales pueden terminar en suicidio. Es fundamental que tanto las personas afectadas como sus familias busquen ayuda profesional,” comentó Enrique.
Entre los síntomas más comunes de la depresión se encuentran el cansancio extremo, la falta de interés en actividades previamente disfrutadas, cambios en el apetito y alteraciones en los ciclos de sueño. Detectar estos signos a tiempo es clave para evitar consecuencias fatales. La atención especializada puede marcar la diferencia en la vida de una persona, y es responsabilidad de todos estar atentos a los signos de alerta en quienes nos rodean.
En la actualidad, los trastornos más comunes en infantes y adolescentes en el Estado de México son la hiperactividad y el déficit de atención, mientras que en los adultos, la depresión y la ansiedad representan el 80% de las consultas psicológicas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) delegación Poniente. Gracias a la difusión de información sobre la salud mental, la demanda de consultas ha aumentado un 50%, lo que refleja una mayor conciencia social sobre la importancia de tratar estos problemas.
En conclusión, el aumento de los suicidios en el Estado de México durante el 2023 es una llamada de atención para toda la sociedad. La combinación de factores como la depresión, la ansiedad, las adicciones y la falta de apoyo adecuado ha generado una crisis de salud pública que requiere atención urgente. Es crucial que tanto las autoridades como la ciudadanía trabajen juntos para implementar políticas efectivas y brindar apoyo a quienes más lo necesitan. La prevención del suicidio es posible, y la clave está en la detección temprana y en la búsqueda de ayuda profesional para las personas afectadas.