En un acontecimiento lleno de alegría y esperanza, las comunidades escolares de San Mateo Capulhuac y del Ejido de Santa María Tetitla, en Otzolotepec, vivieron momentos inolvidables gracias a la visita de los Reyes Magos, un evento organizado por la alcaldesa C.D. Erika Sevilla Alvarado.
La jornada mágica comenzó temprano, con Melchor, Gaspar y Baltazar, representantes de la bondad y la ilusión, avanzando a través de las calles con el propósito de llevar felicidad a los niños de la región. Estos personajes emblemáticos, símbolos de la tradición y la generosidad, llegaron cargados de regalos y juguetes, cortesía de la administración municipal liderada por Sevilla.
En un recorrido que destacó por su calidez y cercanía, la caravana de los Reyes Magos, acompañada por personal y colaboradores del Ayuntamiento, hizo paradas en las primarias Federal Indígena Venustiano Carranza e Indígena 16 de Septiembre, ambas ubicadas en Capulhuac. La alegría también tocó las puertas del preescolar Luz Acosta de Velad en Ejido de Tetitla, donde los rostros iluminados de los más pequeños reflejaban el espíritu festivo de la temporada.
Este evento no solo representó un momento de celebración, sino también un acto de compromiso social y educativo. Al llevar a cabo esta iniciativa, la alcaldesa Erika Sevilla reafirmó su dedicación al bienestar y desarrollo de la juventud en su municipio. La entrega de juguetes no solo trajo sonrisas, sino que también fomentó un sentido de comunidad y pertenencia entre los niños y sus familias.
La participación activa de la administración municipal en este tipo de actividades subraya su enfoque en la inclusión social y el desarrollo comunitario. La elección de escuelas como punto de encuentro para la entrega de regalos resalta la importancia de la educación y el entorno escolar en el desarrollo integral de la niñez.
En resumen, la visita de los Reyes Magos a las escuelas de Capulhuac y Ejido de Tetitla, bajo la batuta de Erika Sevilla, no solo ha sido un acto de generosidad, sino también un poderoso mensaje de unidad y esperanza. Este evento refleja cómo la tradición y la solidaridad pueden caminar de la mano para crear un futuro más brillante para los niños de la región.