El Estado de México enfrenta una crisis hídrica severa que afecta tanto a su territorio como a su población. Según el último reporte del Monitor de Sequía, desarrollado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al 15 de septiembre de 2023, el 23.9% del territorio mexiquense estaba bajo sequía extrema, un 26.6% en sequía severa, y un 29.4% en sequía moderada, mientras que el 20.1% se encontraba anormalmente seco.
Municipios más Afectados
En total, 108 municipios del Estado de México enfrentaban algún grado de sequía:
- 51 municipios con sequía moderada.
- 33 municipios con sequía severa.
- 24 municipios con sequía extrema.
Entre las localidades más afectadas por la sequía extrema se encuentran:
Acambay, Aculco, Almoloya de Alquisirás, Amanalco, Amatepec, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, Jilotepec, Otzoloapan, Polotitlán, San Simón de Guerrero, Soyaniquilpan, Santo Tomás, Sultepec, Temascalcingo, Temascaltepec, Texcaltitlán, Timilpan, Tlatlaya, Valle de Bravo, Villa de Allende, Zacazonapan y Luvianos.
El problema se ha agravado debido a la disminución de precipitaciones en los últimos años, lo que ha puesto en riesgo tanto los ecosistemas locales como la disponibilidad de agua para uso humano, agrícola e industrial.
A nivel nacional, el Estado de México no es el único en crisis. Según el informe más reciente del SMN, las cuencas hidrográficas también muestran un panorama alarmante:
- Río Balsas: el 95.4% de su territorio está afectado por algún grado de sequía.
- Lerma-Santiago-Pacífico: el 92.1% presenta condiciones de sequía.
- Aguas del Valle de México: el 100% de su territorio está afectado.
En contraste, Baja California Norte y Sur son las únicas entidades sin afectación, mientras que Aguascalientes se posiciona como la más impactada, con el 100% de su territorio en sequía extrema. Guanajuato ocupa el segundo lugar con un 79.5% de su territorio afectado.
El deterioro ha sido progresivo. Al 31 de mayo de 2023, el Estado de México tenía 71 municipios con sequía moderada o severa, y 53 municipios anormalmente secos. Para el 15 de septiembre, esta cifra aumentó significativamente, afectando casi la totalidad del estado.
Por otro lado, las presas del Sistema Cutzamala, pieza clave para el abastecimiento de agua en la región, no han logrado una recuperación suficiente debido a las escasas lluvias de esta temporada.
Ante este panorama, la gobernadora Delfina Gómez anunció un ambicioso programa de reforestación que busca plantar más de 60 millones de árboles en todo el estado. Este esfuerzo tiene como objetivo mitigar los efectos de la sequía y fomentar la recuperación de bosques, selvas y zonas verdes, clave para la recarga de los mantos acuíferos.
Sin embargo, expertos advierten que el 2024 podría ser un año crítico en términos de sequía, lo que pone en evidencia la necesidad de implementar estrategias a largo plazo, como el uso eficiente del agua y la protección de recursos naturales.
En conclusión, el Estado de México enfrenta una crisis hídrica sin precedentes que exige la atención inmediata de autoridades y ciudadanos. La combinación de acciones como reforestación, campañas de concienciación y un uso más responsable del agua puede marcar la diferencia ante este desafío.