En un contexto donde la transparencia gubernamental es crucial para el combate a la corrupción, la Ciudad de México (CDMX) se encuentra en una encrucijada. La promesa de una gestión pública abierta y transparente, especialmente en lo que respecta a los contratos gubernamentales, ha sido un tema de debate continuo. Claudia Sheinbaum, ex Jefa de Gobierno de la CDMX y actual candidata presidencial, ha estado en el centro de esta controversia, prometiendo un cambio radical en la política de transparencia a nivel federal, basándose en lo que se describió como el éxito de su gestión capitalina. Sin embargo, un análisis más profundo revela que el camino hacia la transparencia está plagado de desafíos significativos.
Durante su administración, Sheinbaum implementó el Tianguis Digital, una iniciativa destinada a revolucionar la transparencia en las contrataciones públicas. Este sistema pretendía ser un modelo de apertura, permitiendo el acceso público a información detallada sobre los contratos gubernamentales. A pesar de estas intenciones, el Tianguis Digital ha quedado corto en cumplir sus promesas. Hasta la fecha, no se ha publicado información sobre la ejecución de los contratos desde 2019, dejando un vacío en la rendición de cuentas.
El panorama se complica aún más al considerar que aproximadamente el 70% de las dependencias gubernamentales de la CDMX han fallado en mantener actualizados y completos sus registros de contratos en los respectivos sitios de transparencia. Esta situación de opacidad no solo mina la confianza pública sino que también ha resultado en acciones legales. En diciembre de 2023, una sentencia judicial destacó la violación de los derechos de transparencia y acceso a la información por parte del gobierno capitalino.
A pesar de estos retos, Sheinbaum ha propuesto expandir el modelo del Tianguis Digital a nivel federal como parte de su campaña presidencial, enfocándose en la lucha contra la corrupción. La candidata ha citado el supuesto éxito de su gestión en la CDMX, incluyendo periodos de “100% de transparencia” y reconocimientos tanto nacionales como internacionales, como la base para replicar esta iniciativa a nivel nacional.
El contraste entre las promesas y la realidad plantea preguntas significativas sobre la viabilidad y efectividad de replicar este modelo a nivel federal. La experiencia del Tianguis Digital subraya la importancia de no solo implementar herramientas de transparencia sino de asegurar su funcionamiento efectivo y la actualización constante de la información. Este desafío requiere de tecnología y buenas intenciones, además de un compromiso firme con la transparencia y la rendición de cuentas.
A medida que la fecha de las elecciones se acerca, el debate sobre la transparencia y la lucha contra la corrupción se intensifica. La experiencia de la CDMX ofrece lecciones valiosas, mostrando que la implementación de reformas significativas en la transparencia gubernamental requiere más que promesas: necesita una ejecución impecable y un compromiso inquebrantable con el principio de apertura. La capacidad de Claudia Sheinbaum para enfrentar estos retos será, sin duda, un tema crítico en su camino hacia la presidencia.